Las críticas contra el presidente Sánchez son casi unánimes en la cuestión del Sáhara. Digo casi porque gran parte de su partido le apoya, por obligación diría yo. Sin embargo, hay que tener en cuenta unos aspectos de la cuestión muy importantes, muy interesantes y dignos de ser escuchados. Veamos estos aspectos, aunque sea muy brevemente:

¿Qué tenía y que tiene que ganar España en el Sáhara? Nada, así con mayúsculas. No nos quería nadie allí, no nos quiere nadie allí. Ni Marruecos, ni Mauritania, ni Argelia, ni el Frente Polisario (FP). Todos querían que nos fuéramos y nos fuimos, no dignamente, por cierto.

Los saharauis quisieron conquistar su independencia por la fuerza. ¿Qué era el FP?, y digo que «era». Una organización que quería ganar la independencia de su tierra por la fuerza, incluyendo acciones terroristas. Ahora nadie quiere recordar la conducta del FP: Atentados contra súbditos españoles y contra las Fuerzas Armadas españolas. Recordemos los asesinatos de pescadores canarios. Los ataques contra los barcos y contra los intereses españoles. Verdaderos crímenes que quedaron sin castigo. Las Tropas Nómadas se rebelaron a traición contra España. Hubo secuestros, vejaciones y maltratos contra soldados, suboficiales y oficiales españoles. Simulacros de fusilamientos, cautiverio… y vamos a no extendernos más sobre esto para no indignarnos recordando aquello.

La nueva postura del gobierno de España es, por una vez, acertada

Hoy el FP nos pide ayuda política y humanitaria en sus campamentos. Pero aquellos miembros del FP en los años 70 son, algunos, los dirigentes del FP o de la República Árabe Saharaui Democrática. ¿Qué le debemos a esta gente? Se argumenta que España fue la potencia colonizadora y por tanto tiene responsabilidad en el destino del Sáhara. Pero no es tan claro esto, recuerden «nadie nos quería allí». Es la ONU la que dicto en el plan Baker II lo que se debía hacer, pero España ya no estaba en el Sáhara, su intervención política era irrelevante. Pues bien ¿Qué tiene que hacer España hoy en el Sáhara? Nada. Ayuda humanitaria en los campamentos saharauis en Argelia y nada más. Nosotros debemos velar por nuestros intereses. Fíjense en Estados Unidos, del plan Baker a su posición actual.

La nueva postura del gobierno de España es, por una vez, acertada. Las resoluciones de la ONU en 2003 son las que son, y la realidad es la que es. Ahora España ha tomado el camino real y práctico. Marruecos ofrece a los saharauis una autonomía, no una esclavitud. España mejora sus relaciones con Marruecos. Bienvenida sea esta noticia. Ceuta y Melilla no van a estar peor que ahora, yo creo que mucho mejor. El problema migratorio contará para su resolución o tratamiento con el apoyo de Marruecos. Los problemas de pesca idem. Las relaciones comerciales y de todo tipo con Marruecos mejorarán. No conocemos a que tipo de compromisos se habrá llegado, pero es de suponer que sabrán tratarlo los citados anteriormente. Mauritania se quito de en medio del tema del Sáhara. Nos queda Argelia. Pero esto más que una cuestión entre Argelia y España, es una cuestión entre Argelia, Marruecos y la República Árabe Saharaui Democrática.

Argelia no puede pretender que España resuelva su relación con los saharauis. Pero está ofendida. Por ello, debe tratarse con Argelia y negociar con prudencia. Sánchez, «por una vez», tiene razón. Dejemos de poner piedras en este aspecto de la política exterior. Otra cosa es la torpeza al prescindir de nuestras instituciones políticas y su desacierto en presentarlo ante la opinión pública. Las posturas de Don Quijote no sirven, no seamos Quijotes una vez más.