Aramón, el grupo participado por el Gobierno de Aragón e Ibercaja, ha invertido en la última década más de 54 millones de euros en las estaciones de esquí aragonesas. Esta inyección de capital le permite seguir siendo líder del sector a nivel nacional con una cuota de mercado del 25%. Formigal-Panticosa, con 180 kilómetros, es el área esquiable más grande de España y Cerler, con 80, se sitúa en el cuarto lugar. Ambas estaciones, que presentan una larga trayectoria en la organización de competiciones y eventos deportivos internacionales a nivel técnico, han recibido inversiones por valor de más de 20 millones de euros en las dos últimas temporadas. Con ellos se han modernizado sus instalaciones y se han construido tres nuevos telesillas de última generación.
Pese a ello, ambas estaciones están fuera de la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno 2030. Con datos como estos sobre la mesa el Gobierno de Aragón reprocha al COE que Cataluña se adjudicara para sí todo el esquí alpino, una de las modalidades más populares de los Juegos de Invierno. Aragón ha hecho los deberes y en los últimos años ha realizado una gran inversión en uno de los sectores más estratégicos del Pirineo. Habría que preguntarse si en Cataluña se ha actuado de igual manera en este periodo. Por ello ese «equilibrio» que defiende el Comité Olímpico Español queda aún más en evidencia cuando se mira el mapa en el que aparecen las sedes de la candidatura: tres en Aragón frente a las seis que alberga el territorio catalán.
