La figura del héroe es una de las más tratadas en la literatura. Gilgamesh fue el primero; en su epopeya, que se comenzó a escribir hace cuatro mil quinientos años, este rey de Uruk desafía a los dioses al buscar la fórmula de la inmortalidad, aunque tiene que desistir y admitir que esa cualidad es exclusiva de las divinidades. La épica griega consagró a Aquiles como el héroe por antonomasia, guerrero invencible que solo es derrotado y muerto al ser herido en la única zona vulnerable de su cuerpo: el talón. Sigfrido es el héroe de las epopeyas germánicas; logra la inmunidad al derrotar a un dragón y bañarse en su sangre, pero queda desprotegida una pequeña zona de su espalda que no cubre la sangre al haberse posado en ella una hoja. El Cid es el héroe hispano más popular; guerrero victorioso, derrota a todos sus enemigos en el campo de batalla y consigue, gracias a su arrojo y a su valor, ganar el reino de Valencia, del que se convierte en señor independiente.
En no pocas ocasiones, ciudadanos anónimos se han convertido en héroes en función de circunstancias muy diversas
Estos héroes han protagonizado hazañas épicas que han pasado a formar parte fundamental del imaginario colectivo. Son personajes de leyenda, engrandecidos por los libros, que los han convertido en verdaderos mitos colectivos, encarnación de las más excelsas virtudes y sólidos valores: la amistad en Gilgamesh, la fuerza en Aquiles y la nobleza en el Cid.
En no pocas ocasiones, ciudadanos anónimos se han convertido en héroes en función de circunstancias muy diversas. Eso ocurrió el 1 de diciembre de 1955 en la ciudad norteamericana de Montgomery, cuando la señora Rosa Parks, de 42 años, se negó a ceder su asiento en un autobús de transporte público a un hombre blanco, tal cual le requirió el conductor y según prescribía una ley en vigor. Fue un simple gesto, pero desencadenó el movimiento en pro de la igualdad de derechos entre negros y blancos en los Estados Unidos.
Un nuevo héroe
Desde hace siete semanas el mundo ha consagrado a un nuevo héroe: se llama Volodímir Zelensky y es presidente de la república de Ucrania. Sus apariciones en la televisión, vestido con sencilla ropa caqui que recuerda a la estética militar y llamando a la defensa de su país contra la invasión rusa, han desencadenado una ola de admiración en casi todo el mundo, que lo ha convertido en un icono de la lucha por la libertad y la independencia.
La historia está llena de héroes y de villanos; a veces, entre ambas cualidades suele haber una delgada línea; estar a uno u otro lado de la misma depende, en ocasiones, tan solo de la victoria; o de la propaganda.
