Opinión | Al margen

Responsabilidades

Esto de las contratas municipales y el escaqueo correspondiente de los ayuntamientos cuando la cosa sale mal, se está convirtiendo en una constante en los últimos tiempos. Me refiero al barrendero que murió por un golpe de calor en Madrid, por ejemplo. Caso del que el alcalde de la capital dijo que a él qué le cuentan, que la responsabilidad es de la empresa contratante. En Zaragoza tenemos otro caso sangrante, aunque afortunadamente todavía no ha muerto nadie. Me refiero a la contrata del autobús urbano. Ni la empresa ni los trabajadores logran un acuerdo después de incontables días de paros. Yo ya no me atrevo a decir quién miente y quién dice la verdad, y además ya he llegado al límite de mi paciencia y tolerancia (por lo demás, cada día más escasa).

Ahora mismo, el que no puede seguir poniéndose de perfil es el señor alcalde, el simpático señor Azcón. Igual ya va siendo hora de que opinión pública y los medios de comunicación giremos la mirada hacia el responsable último, que es el ayuntamiento. Si tú licitas una contrata de tanto calado público como es la del transporte urbano, y no cierras bien asuntos capitales como la prestación de servicios en caso de desacuerdos o los salarios de los trabajadores, te encuentras con esto. ¿Que lo licitó otro gobierno distinto? Eso no es problema de los ciudadanos.

Y antes de irme de vacaciones, añado dos cositas. A la empresa: venir a exprimir la vaca sin renunciar ni a un euro de beneficios, a la larga os va a costar caro. Y a los trabajadores: eso de no hacer un receso en los paros mientras la gente esperaba media hora a 45 grados, eso no se nos va a olvidar a los usuarios, os lo aseguro. Y con esto, les deseo buenas vacaciones a todos.

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