APUNTES AL MARGEN

IES Miguel de Molinos

Alfonso Alegre

Alfonso Alegre

En la Educación Pública estamos acostumbrados a que existan colegios para los peques e institutos para los mayores. Desde hace unos pocos años, en Aragón se han empezado a implantar los centros integrados. Básicamente son colegios en los que además se imparte la ESO. La idea tiene su lógica en dos situaciones. La primera, para algunos centros rurales. Por ejemplo, Ayerbe es una localidad que ya tiene un tamaño, pero no el suficiente como para tener instituto. Se invierte algo de dinero en el colegio y se adapta para que pueda acoger enseñanzas de la ESO y así muchos chavales pueden estudiar en su pueblo hasta los 16, sin tener que desplazarse a Huesca. La segunda, en barrios nuevos como Valdespartera, donde al principio hacen falta muchísimas plazas de peques por el aluvión de gente joven en el barrio. Con los años sobrarán plazas de peques y harán falta institutos. Si creamos centros integrados podemos facilitar la reconversión de aulas de primaria, cuando ya no hagan falta, en aulas de secundaria y así evitar la construcción de un instituto habiendo aulas vacías en el cole. En general, la idea de los centros integrados es inteligente, mejora el servicio y ahorra dinero. Desgraciadamente una buena idea puede tornarse en una gran metedura de pata. El IES Miguel de Molinos es un centro ejemplar, uno de los pocos en Aragón que es bilingüe a la vez en inglés y francés, además es uno de los pocos bilingües reconocidos por el British Council (el Instituto Cervantes británico). En este centro hay alumnos que terminan segundo de bachillerato con el C1 en inglés y en francés. No es solo una cuestión de idiomas, es un centro que en general funciona de maravilla. ¿Cuál es el problema? El IES Miguel de Molinos está situado en el Actur, un barrio maduro que cada vez tiene menos población joven. Además, el 80% de sus alumnos provienen del CEIP José Antonio Labordeta, que está a solo cinco minutos andando del Instituto. Pues bien, se les ha ocurrido la genial idea de gastarse dinero en transformar el Labordeta en centro integrado, lo que obligará a la larga a cerrar el instituto. Es decir, hay un IES que funciona muy bien y que tiene infraestructuras adecuadas, entonces se construyen nuevas aulas 500 metros más lejos, y como consecuencia acabas dejando el instituto vacío. Todo un ejemplo de gestión eficiente, se nota que el consejero es economista.

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