TERCERA PÁGINA

El voto

Herminio Sancho Íñiguez

Herminio Sancho Íñiguez

El 28 de mayo tendremos una nueva cita con las urnas, en esta ocasión con las elecciones autonómicas y locales.

El voto es el mayor exponente de libertad e igualdad (cada persona un voto). Para poder desarrollar la democracia, la soberanía popular es imprescindible. Y debemos valorarla como un gran logro, teniendo en cuenta que es algo por lo que muchos de nuestros predecesores lucharon y que hasta les costó la vida.

Con algo más de cinco décadas y media, recuerdo como si fuera ayer que cuando llegaban las elecciones, a mediados de los 70 y en los 80, era un día de inmensa alegría y de fiesta. Se palpaba en el ambiente lo que había costado tener derecho al voto con libertad. Los derechos se luchan. Y cuando se consiguen, se deben defender. No de boquilla, sino con acciones concretas y presupuesto. Para los socialistas, la ampliación de los derechos para una igualdad plena es una prioridad y no permitiremos ni un paso atrás.

El día 28, en las elecciones, las ciudadanas y los ciudadanos aragoneses tenemos la posibilidad con nuestro voto de elegir qué modelo de sociedad queremos. Hoy nadie se atreve a reconocer que quiere cargarse el estado de bienestar, pero sus acciones les delatan. Con todo tipo de argumentos y estrategias, maniobran en contra de los cinco pilares básicos: la sanidad, la educación, las pensiones, los servicios sociales y el derecho a la vivienda.

Defienden un modelo de recorte y desprestigio de los servicios públicos que allane el camino para la privatización de muchos de ellos, de forma que, priorizando el interés económico de los de siempre, deje al conjunto de la ciudadanía fuera del acceso en igualdad a derechos que la Constitución reconoce a todos los españoles por el mero hecho de serlo. Debería ser de obligado cumplimiento para todos.

Nuestra escuela rural, nuestros centros de Salud con servicio las 24 horas, las consultas en nuestros municipios del medico de familia, del ATS, del asistente social, la farmacia etc., no serían posibles sin una apuesta clara por lo público de gobiernos que priorizan, también presupuestariamente, el cumplimiento del estado del bienestar a todo lo demás.

El estado de bienestar lleva sello socialista. Entre los hitos legislativos fundamentales al servicio de la ampliación de derechos destacan la ley de la sanidad universal, en abril de 1986 con el presidente Felipe González; la ley de servicios sociales de 2006 con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero o la recién aprobada ley de vivienda con el presidente Pedro Sánchez.

Más allá de la legislación, está la acción de gobierno. Y los hechos y los datos no mienten. Los gobiernos de Javier Lambán son un claro ejemplo de la apuesta por los pilares del estado de bienestar. En 2015 el Gobierno de Aragón no prestaba servicio para la educación de 0 a 3 años.

Hoy, asume el coste de los profesores que atienden a 114 alumnos. En cuanto a los servicios sociales, en 2015 los convenios del Instituto Aragonés de Servicios Sociales en la provincia de Teruel suponían una inversión de algo más de 104.000 euros. Hoy se alcanzan los 560.000 euros.

Si miramos a los beneficiarios de dependencia, han pasado en ese mismo periodo de 2.447 a 4.588 personas.

Gobernar es elegir. Los socialistas elegimos proteger a la gente, gobernamos para toda la ciudadanía. Pero si tenemos que priorizar, protegemos a la mayoría social que más lo necesita.

Hemos de valorar los programas electorales teniendo presente lo que unos y otros hemos cumplido en este sentido.

Hacer de nuestro voto una herramienta para mejorar la vida de las personas. Así os lo pediría también Manolo Ponz, también un gran político y gran persona, que creía sin dobleces en que las administraciones públicas debían estar volcadas con las personas, como hizo desde la presidencia de la Comarca del Bajo Aragón. Le hemos dado un merecido homenaje. Un abrazo para familia y amigos.

Suscríbete para seguir leyendo