Con 'D' de Delgado

Hoy es el día D, ese día en que decidimos quienes queremos o, si lo prefieren, quienes no queremos que nos gobiernen

Votantes, este domingo en Zaragoza

Votantes, este domingo en Zaragoza / Andreea Vornicu

John Thin

Llegó el día D. Solemos usar esta frase cuando nos enfrentamos a algún hecho de carácter especial en la vida que implica ciertas dosis de desafío y de lucha. Vendría a ser un hito, es decir, algo que va a suceder y que puede salir bien o que puede salir mal. Así es como pensaban los aliados en la Segunda Guerra Mundial cuando, hace casi ochenta años, andaban planeando el desembarco de Normandía. El D Day fue un 6 de junio y bajo el nombre de operación Overlord, supuso un antes y un después en el mundo. Por poco más de una semana no coincide el aniversario con las elecciones autonómicas y municipales de este 2023.

Y llegó el día D, con D de Democracia. En estos tiempos de ninguneo de las humanidades y de las letras, no está de más recordar la etimología del término. Le llamamos Democracia porque proviene de demos, es decir, pueblo, y kratos, es decir, poder. Democracia es el poder del pueblo. Así de simple y de sencillo. Por eso, algunos hablan de que hoy es la fiesta de la democracia. Si compras un artículo y no te convence, siempre lo puedes devolver. Aquí, la compra te la tienes que tragar y además tienes que esperar cuatro años. Más te vale elegir bien el producto que compras. Y aun así, a ver luego con quien pactan…

Con D de Desgaste, tras meses de precampaña y una campaña electoral que a algunos se les ha hecho más que larga, hoy es el día de la operación Overlord para Aragón y para el resto de comunidades autónomas, así como para nuestros pueblos y ciudades. Y quien quiera ser Overlord, o sea, el jefe o la jefa supremos, tendrá que pactar. Jamás vimos un escenario político tan dividido. Hay tantas siglas y partidos que a los expertos demoscópicos les cuesta encontrar colores en la paleta para plasmar sus estimaciones en gráficos comprensibles. Aunque muy manida, esa frase recurrente de que «en estas elecciones nos jugamos mucho», quizás en esta ocasión, sea más verdad que nunca. Nunca ha habido más División.

A nivel nacional, el test que suponen las elecciones autonómicas y municipales puede fortalecer o machacar tanto a un Sánchez que aspira a seguir en la Moncloa, como a un Feijóo que es una incógnita y que pretende asaltarla en noviembre. Aunque, pase lo que pase, esta noche ambos digan que han ganado, el resultado de hoy es un barómetro y una brújula en el futuro próximo de España.

A nivel autonómico, sin embargo, no todos podrán decir que han ganado. Cs defiende nada más y nada menos que doce escaños en el Parlamento Aragonés. Hace tan solo cuatro años pudo sumar mayorías más que suficientes. Lo hizo en el consistorio zaragozano donde eligió como socio a un PP que, aunque no fue el ganador de las elecciones, pudo gobernar con el apoyo externo de Vox. Pudiendo hacerlo en España, Cs no lo hizo en las Cortes Generales ni tampoco en las aragonesas. De haberlo hecho, quizás otro gallo les cantaría. Su alianza con Tú Aragón de Carmen Herrero y la suma de ese voto rural es su esperanza para aguantar. A nivel municipal, la barrera del 5% se antoja demasiado elevada. Pese a tener poca vida, quiere pasar de pantalla y ver qué pasa. Su expectativa es no desaparecer. Con D de Desencanto, aunque también con D de Dignidad.

Histórico por su trayectoria y por lo que ha supuesto para Aragón, el PAR es un partido que, salvo en dos legislaturas, siempre ha estado gobernando, ya sea con el PSOE o con el PP. Desde los gloriosos tiempos de Hipólito y de Eiroa, donde era una alternativa clara de gobierno llegando a tener diecinueve diputados, la caída en el siglo XXI ha sido imparable. Judicializado y escindido, de los tres diputados actuales, aspira a conservar uno, el cual, tal y como están las cosas, podría seguir siendo decisivo. De un modo u otro, casi siempre ha gobernado. Está por ver qué sucede cuando no lo hagan. Aunque conserve algunos municipios rurales, el resultado de estas elecciones es decisivo para un futuro incierto. Con D de Desbarajuste.

Todo lo contrario le sucede a Vox, para quien estas elecciones municipales y autonómicas suponen una suerte de test de consolidación. Con la expectativa demoscópica de Doblar resultados autonómicos, podría pasar de los tres actuales a seis o siete escaños. Saben que son decisivos para el PP de Azcón y que éste no puede ignorarlos. Si les dan los números, también saben que ha llegado el momento de gobernar. No hacerlo sería percibido por su electorado como una muestra de debilidad. Y no quieren morir de éxito, tal y como les ha pasado a otros de quienes ya hemos hablado. Su caso es el más claro. Si gobiernan con el PP, bien. Y si no también. Su proyecto es nacional. A nivel autonómico, consolidarían una fuerte posición de oposición que sería muy relevante y daría alas a Abascal. Están tranquilos y confiados. Con D de Duplicar.

El PP se juega mucho

No es el caso de los populares. El PP se juega mucho en estas elecciones autonómicas y municipales. Se trata de un partido que está llamado a gobernar sí o sí. No hacerlo sería un fracaso. La apuesta de Feijóo por Azcón obedece a la movilización de sus efectivos más contundentes para preparar el terreno del asalto a la Moncloa. A nivel nacional, es un movimiento necesario, aunque peligroso ya que, de no conseguir el Pignatelli, no sólo no has conseguido el objetivo principal, sino que además has quemado a uno de tus mejores generales. Si eso sucediese en ésta y en alguna otra comunidad relevante, podríamos asistir al día D del Desembarco, también con D, de Díaz Ayuso en el PP nacional. Además, está el hecho de que habría que gobernar junto a Vox, lo cual abre un nuevo escenario que está previsto por Feijóo. Hasta ahí todo claro. Pero, ¿y si además fuesen necesarios los votos de Teruel Existe? Para Azcón y sus huestes, la D es de Desafío.

No están menos agitadas las aguas para Podemos. Con D de Díaz, pero Yolanda, Sumar es una nueva fórmula muy hilvanada, muy trabajada y que ha aprendido de los errores de otros en el pasado y en la actualidad. A la espera de las elecciones generales donde se vea el alcance y la fuerza de este formato, en Podemos Aragón y también con D de Díaz, Maru es una líder sólida que aspira a conservar lo conseguido y a que el Desmadre nacional de algunas de sus compañeras ministras no altere la buena gestión realizada estos cuatro años. A Maru le importa la D de Destino.

En situación similar se encuentra la CHA de Soro. Con una gestión intachable, se trata de un líder natural que siempre se halla dispuesto a sumar y a consensuar. No hay más que ver los lemas de campaña de casi todos los partidos para comprobar cómo el aragonesismo ha sido reivindicado de manera sistemática. En CHA saben que son necesarios para un gobierno de progreso y que no tienen que vender aragonesismo porque lo llevan en su ADN. Es su esencia. Con D de Determinación. 

Y con D de Deber se halla IU. Siempre han estado ahí. Su espacio está definido y sienten la obligación y el compromiso de representar a esa porción de un electorado inalterable que no se deja seducir por campañas electorales, modas o siglas nuevas.

Una obligación

Al igual que para el PP, para el PSOE, gobernar no es una opción, sino una obligación. Sabedor de que está llamado a aglutinar el voto progresista, Lambán ha sido capaz de encontrar consensos y de sacar adelante una legislatura que se antojaba complicada. Con D de Dirigir, es él quien está llamado a que la orquesta de fuerzas progresistas suene con armonía. Sabe cómo hacerlo porque ya lo ha hecho. 

A esa D, cabe sumar la D de Duda sobre cuál será la posición que adoptará Teruel Existe. A pesar de que las declaraciones de Guitarte fueron muy claras en el sentido de que es imposible estar en el mismo lado que Vox, se trata de una incógnita. La D de Demoscopia les da entre cuatro y siete escaños que, casi con seguridad, van a ser, también con D, Decisivos. Guitarte debe preguntarse si su electorado sabrá Digerir con cuál de los dos bloques pacta. De ello puede Depender su futuro.

Por lo que respecta a las municipales, la lucha está muy reñida. Al igual que en las autonómicas, los pactos van a ser necesarios y la política de bloques va a ser determinante. La lista más votada no será necesariamente quien gobierne en muchos municipios de Aragón. Ya nadie se acuerda de aquellos pactos de perdedores, porque los perdedores serán, en muchos casos, los nuevos ganadores. En Zaragoza, tanto Lola Ranera como Natalia Chueca se hallan con D, Dispuestas a gobernar. El resultado va a estar muy apretado y ambas lo saben. Esto sí que lo sabremos esta noche.

Y es que, sean cuales sean los resultados de esta noche electoral, hoy es el día D, ese día en que decidimos quienes queremos o, si lo prefieren, quienes no queremos que nos gobiernen. Así que, con D, Decidan con sabiduría, porque todo Depende de su voto, aunque les anticipo que esta noche D podemos irnos a la cama con la D de Desconcierto sin saber quién será nuestro Overlord. Esto no ha acabado. Nos vemos esta noche.