Autónomos

Por un Aragón más próspero y con más oportunidades

En Cepyme Aragón creemos que es imperativo favorecer un marco de negociación colectiva que potencie la flexibilidad que las PYME necesitan, adaptando la normativa laboral al tamaño y la dispersión territorial porque no es coherente legislar igual para Madrid que para Teruel.

María Jesús Lorente

Aragón se levanta con el trabajo de sus pymes y sus autónomos, las empresas familiares que confeccionan un amplio tejido que, con Zaragoza como potente cabeza tractora, se extiende desde la frontera con Francia hasta el último pueblo de la Sierra de Albarracín.

Esas familias, esas personas emprendedoras, son quienes mantienen vivos los rincones languidecientes de nuestra tierra; las que vertebran y cohesionan un territorio tan extenso como vacío. Por ello, en Cepyme Aragón creemos que es imperativo favorecer un marco de negociación colectiva que potencie la flexibilidad que las pymes necesitan, adaptando la normativa laboral al tamaño y la dispersión territorial porque no es coherente legislar igual para Madrid que para Teruel.

La importancia de apostar por quienes plantan cara al descenso demográfico es fundamental para soñar con revertir las cifras. Por ese motivo, se debería incentivar a los actuales empresarios asentados en el mundo rural con bonificaciones o deducciones fiscales por mantenimiento de la actividad y por el lanzamiento de nuevas actividades, al igual que a los nuevos emprendedores que las desarrollan.

En esta línea, creemos que es capital legislar por tamaño y evitar la sobrerregulación normativa, facilitando el crecimiento de las empresas y no penalizándolo.  También consideramos que se debe apoyar a la PYME para ayudarla a mirar al futuro en materia de procesos productivos avanzados e inteligentes, innovación, ciberseguridad o descarbonización, asegurando su alineamiento con las oportunidades derivadas de la digitalización, servitización, sostenibilidad y eficiencia energética.

Para nutrir estas empresas, es necesario apostar por una formación profesional de quienes emprenden, de forma que sean atractivas para los trabajadores. Y en consonancia, adecuar la oferta educativa y formativa a las necesidades empresariales, atrayendo talento que permanezca en nuestro territorio, innovando en las estrategias de gestión de recursos humanos y otorgando valor al trabajo.

Otro de nuestros objetivos es evitar la acumulación de expedientes en las administraciones sin resolver, priorizando y extendiendo el trámite de declaración responsable, aplicando el silencio positivo para evitar la dilación de los tiempos en los trámites y autorizaciones, sin perjuicio de las comprobaciones correspondientes por la administración.

A pesar de los cambios, nuestro principal objetivo es seguir apostando y trabajando por el diálogo social. Un rasgo que nos diferencia del resto de comunidades en España y que se traduce en la paz social en la que estamos todos interesados, especialmente, los inversores.

Por todo ello, creemos firmemente que es el momento de dignificar la figura del empresario en el imaginario colectivo; de atribuirle su valor en la cohesión y vertebración del territorio. En definitiva, apostar por las Pymes, es creer en un Aragón más próspero y con más oportunidades.