Gobierno, fútbol femenino monarquía y asesinato

Acabo de resumir el mes de agosto. Tenemos un Gobierno que está a punto de establecerse. Gustará más o menos, pero plural es un rato, porque es la suma de la mayoría de la voluntad de los españoles.

Es noticia que la Princesa de Asturias está en la Academia General Militar de Zaragoza. Que lo más justo sería una República, puede ser, pero transcribo lo que dice Perez-Reverte: «Un cemento común, mecanismo unitario que mantenga el concierto de tierras y gentes tan complejas y peligrosas que llamamos España». «Es un asunto de utilidad pública». Pienso que lo están haciendo bien, y me gusta que la Princesa de Asturias esté en mi ciudad y se forme en los tres ejércitos.

Hablando ya de igualdad, por fin se está dando el reconocimiento que se merece al fútbol femenino, que nada más y nada menos son campeonas del mundo. Aún queda mucho por avanzar en derechos de las mujeres. En la portada del pasado domingo de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN ya se decía: «El machismo impera en el mundo gamer». Esto solo lo venceremos con concienciación, con formación y con cultura. La clave es la cultura. Cultura para entender que las mujeres son iguales en derechos y deberes que los hombres. Hay que proteger a los vulnerables. La homosexualidad hasta hace cuatro días era delito. Regulado por ley en la modificación que hizo Franco en 1954 a la Ley de Vagos y Maleantes. Ley que se creó en 1933 en la República de Azaña.

Yo que soy cosecha de 1981, ya me hago viejuno, me sorprende que se normalizara este tipo de leyes y se reprimiera y persiguiera por querer a personas del mismo sexo. Al hilo de ello, sigo pensando que lo que se está haciendo con las pateras, dejar morir a esas personas en el mar, acabará dentro de unos años en una Corte Penal Internacional.

Por desgracia estamos en una cifra récord de asesinatos machistas. La sociedad poco a poco está cambiando, pero tenemos que articular mecanismos para que dejen de morir las mujeres a manos de hombres. Jurídicamente hablando, muchos pagan justos por pecadores, pero algo falla en el sistema para que no haya semana que no oigamos un caso de asesinato en manos de sus parejas.

Y el otro tema del verano es que un español, hijo de un actor famoso, ha asesinado presuntamente a otro señor. Me sorprende de este tema, cómo hay medios de comunicación que dulcifican esta conducta, que, y siempre presuntamente hasta que no haya condena judicial firme, es un asesinato y merece un reproche penal, seas hijo de quien seas.

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