EL COMENTARIO

Septiembre hematológico

Eva Trullén Pascual

Septiembre es el mes de las enfermedades oncohematológicas. Estos días fueron instituidos por la OMS con el objetivo de crear conciencia sobre ellas y darles visibilidad para conocer sus características, atender a sus factores de riesgo y los síntomas de cada una para poder permitir que más personas las descubran a tiempo y encuentren un abordaje terapéutico acertado.

Las fechas son: el 4 de septiembre el día de la Leucemia, el 5 el del Mieloma Múltiple, el 15 el del Linfoma, el 16 el día del donante de Médula Ósea y sangre del cordón umbilical, y el 22 el día de la Leucemia Mieloide Crónica.

Aunque estas palabras son conocidas, existe un fuerte desconocimiento en torno a lo que significan.

Estas enfermedades se originan en torno a la médula ósea, el tejido esponjoso que se encuentra en algunos huesos como la cadera y el esternón.

La médula ósea es la fábrica de las células madre hematopoyéticas ; las células se dividen y maduran hasta dar lugar a tres tipos diferentes de células de la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

La sobreproducción de células malignas o la producción insuficiente o anormal de células sanas, impide que la sangre realice sus funciones, entre ellas combatir las infecciones, oxigenar los órganos vitales o prevenir hemorragias graves.

Durante estos días numerosas asociaciones de pacientes, tienen la oportunidad de dar a conocer estos temas, buscando información clara y útil para la sociedad.

Hoy los hematólogos y la investigación están consiguiendo incrementar las tasas de supervivencia, un reto que se afronta con un gran espíritu de servicio.

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