Zorras

Lo mejor de la canción finalista para el festival de Eurovisión 2024 es sin duda su título. Zorra es una cancioncita que se ha convertido en todo un manifiesto feminista y transgresor para los tiempos confusos que vivimos. La alicantina Nebulossa, con sus espléndidos 55 años, ya ha conseguido la fama con una puesta en escena estudiada y una coreografía de hombres que pasan del impecable esmoquin al corsé con las nalgas al aire. Mientras ella va y viene por el escenario envuelta en tules negros hasta el cuello. Su éxito durará poco porque tanto la canción como su voz son flojas, muy flojas. Pero logra que todas las zorras del mundo nos pongamos de acuerdo en algo importante: que ya está bien de manipular a las mujeres; y que el término «zorra» también significa chica lista, por ejemplo. Y punto.

Ya lo dice el estribillo de la canción: «Estoy en un buen momento/solo es cuestión de tiempo/Voy a salir a la calle a gritar lo que siento/A los cuatro vientos». No hace muchos años cuando una mujer no acataba las normas establecidas por la Iglesia, la autoridad o los maridos se oía aquello de «Es una zorra». Dicho con desprecio y con intención de exclusión de la sociedad.

Sin embargo, llegó la Transición y las cosas cambiaron. Y hubo mujeres que se apuntaron al descaro público de enseñar su cuerpo en momentos cumbre. Todos recordamos la fotografía en El País (1978) de la actriz Susana Estrada mostrando su pecho desnudo durante la entrega a la actriz de un premio del diario Pueblo de la mano del alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván. El viejo profesor sonriente y pícaro comentó que «No hay que ver solo el pecho, sino un momento que refleja la apertura del país». Hasta la prensa extranjera se hizo eco de la fotografía, captada por Susana Flórez, con titulares que decían «Por fin la democracia llegaba a España». Un gesto transgresor que hizo que la mujer dejara de ser invisible.

Más recientemente, Eva Amaral dio la campanada en el festival Sonorama al cantar a pecho descubierto la canción Revolución con toda la intención para reivindicar los derechos de las mujeres. «Porque nadie nos puede quitar la dignidad de nuestra desnudez, de nuestra fragilidad y fortaleza», proclamó en el concierto con la fuerza de sus convicciones y la belleza de su voz.

Y no hay que olvidar que hasta Facebook se atrevió a censurar en 2018 la Venus de Willendorf, la magnífica escultura del Paleolítico, diosa de la fertilidad femenina y obra de arte digna de veneración a lo largo de la historia.

Si el término en masculino, zorro, conlleva inteligencia y sagacidad; zorra en femenino exactamente igual, chicas listas y avispadas. Todas unas zorras que aprovechan su momento de gloria con intención de denuncia. Como dice la letra de Nebulossa: Si salgo sola soy la zorra/Si me divierto la más zorra/Si alargo y se me hace de día/Soy más zorra todavía. Pues eso.

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