Sala de máquinas

Lorca, en el Principal

Juan Bolea

Juan Bolea

La ignominiosa muerte de Federico García Lorca dejó atrás numerosos enigmas, comenzando por la autoría de su asesinato y continuando por la dolorosa reflexión de hasta dónde podría haber llegado este enorme genio de las letras, de haber vivido algunas décadas más.

Lo último que Federico escribió fue una obra dramática que quedaría inconclusa, pues solo llegó a terminar el primer acto. Desde entonces (agosto del 36), esta pieza ha sido objeto de veneración, especulación, y de algunas puestas en escena, tan variadas como los meta-significados de un texto con que el autor trató de convulsionar el teatro de su época, abriéndolo a otras posibilidades y conceptos. Margarita Xirgu, que alcanzó a leer el borrador del segundo y del tercer acto, insinuó que transcurrían en una morgue y en el cielo, respectivamente. Una pieza revolucionaria, en suma, acaso solo equiparable a otras dos que asimismo escribiría Federico en clave de vanguardia: El público y Así que pasen cinco años.

El escritor, cineasta y director teatral Emilio Ruiz Barrachina se ha atrevido con el último texto lorquiano para orquestar una original e impactante dramaturgia que esta tarde se estrena en el Teatro Principal de Zaragoza como La comedia sin título.

Con dirección del propio Ruiz Barrachina y un elenco de actores y actrices entre los que destacan Juanma Díaz Diego, Alberto Closas o Bárbara Caffarel, este espectáculo teatral combina la historia de la concepción de la postrera obra de Lorca con su detención en casa de los Rosales, su encarcelamiento y su casi inmediata ejecución en algún lugar de las afueras de Granada, en la que sería la más negra de las fechas para las letras españolas: 18 de agosto de 1936.

Además de apasionado, un acreditado experto en la obra y vida de Lorca, Ruiz Barrachina se ha apoyado documentalmente para contarnos los últimos días, las últimas horas del autor granadino, en las investigaciones de Miguel Caballero, uno de los mejores biógrafos del poeta. Con todos esos mimbres, con el talento visionario de Federico y la falta de visión de quienes le cerraron los ojos, con soberbias interpretaciones y una bella y original puesta en escena, Ruiz Barrachina y el Teatro Principal rinden a partir de hoy un gran homenaje a García Lorca con La comedia sin título.

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