TERCERA PÁGINA

En esto sí somos los primeros

En la Universidad de Zaragoza existen actualmente 95 cátedras

Javier Hernández García

Javier Hernández García

Hace unas semanas vivíamos el nacimiento de una nueva cátedra en el seno de la Universidad de Zaragoza, en este caso la liderada por el catedrático de derecho penal Miguel Ángel Boldova Pasamar, con el nombre de Derecho y Salud, que con el patrocinio de una de las más importante compañías del sector farmacéutico internacional, pretende poner en conexión dos sectores que pueden parecer muy distantes, pero que tienen tantos puntos en común, como son el derecho y el mundo de la salud en sentido amplio.

Es en el preámbulo del propio reglamento que las regula, que data de 2009, donde encontramos la definición de esta figura, de tal forma que se indica que: «Las cátedras institucionales y de empresa son un instrumento idóneo para llevar a cabo una colaboración estable entre la universidad y empresas e instituciones de cara al logro de objetivos de interés común», es decir, con ellas se crea un instrumento para poner en conexión tres sujetos: la propia universidad, las instituciones y, sobre todo, las empresas.

La Universidad de Zaragoza encabeza a fecha de hoy el ranquin nacional en cuanto a este tipo de órganos, con las 95 cátedras actualmente existentes según la propia web de la universidad, y que no debemos confundir con el concepto de «cátedra» de la organización de los departamentos universitarios y escalafón de los funcionarios docentes, se expanden en todo tipo de áreas científicas, tecnológicas y sociales, consiguiendo poner en valor ese concepto tantas veces citado, pero muchas veces poco aplicado, como es la transferencia de conocimientos.

Y es que cuando en muchas ocasiones vemos en nuestras universidades únicamente a instituciones dedicadas a la docencia, queriendo expandir sin mucho criterio la posibilidad de presencia física de ésta por cuantos más lugares, sobre todo y casi exclusivamente desde el concepto de obtención de titulaciones en la proximidad. Se olvida desde esta visión que la universidad, además de crear nuevos graduados, tiene su razón de ser en la creación de conocimiento y el traslado mediante la transferencia de éste a la sociedad a la que pertenece y de la que se nutre, en lo económico y en lo humano.

Con el casi centenar de cátedras existentes, es esta faceta de la actividad universitaria la que adquiere una mayor importancia, pues la vinculación de la creación científica y técnica en colaboración con el mundo empresarial, y aun con las instituciones públicas, encuentra en ellas la fuente de conocimiento y la forma en que el mismo se puede plasmar en proyectos y actuaciones concretas de forma más directa, estableciendo unas relaciones de doble vía en interés mutuo, que no siempre se lograban conseguir con los tradicionales métodos de trabajo universitario, muchas veces ajenos a la realidad social y empresarial con la que se tenía escaso contacto real.

La labor de nuestros académicos e investigadores en la captación de recursos ajenos para su labor investigadora y creadora, trayendo a nuestro territorio a muchos inversores, en este campo tan desconocido, desde el convencimiento en dura competencia concurrente, y gracias a la excelencia en su trabajo, nos ha colocado, como bien presume el rector Mayoral, los primeros en este campo, y esta vez pudiendo demostrarlo.

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