Opinión | SEDIMENTOS

UNED: abriendo caminos

En virtud de sus valores humanos, la universidad de Educación a Distancia ha investido como Doctora Honoris Causa a Teresa Perales, la cual, al tiempo que aludía al gran honor que ello supone, recordaba el valor que entraña proporcionar nuevas oportunidades en el mundo de la educación. «Cuando te dicen muchas veces que no puedes, esto no es para ti, puedes caer en la tentación de creértelo», ha subrayado.

En su obra, Ana María García Terrel refiere en clave autobiográfica la dificultad de cursar estudios superiores en la Soria de la posguerra, tanto peor para una mujer; ella hubo de desplazarse a Zaragoza, donde se tituló en Humanidades, pero no disponiendo de suficientes recursos económicos, hubo de recurrir una beca, lo que implicaba la necesidad de mantener sin el menor descuido las más altas calificaciones. Por su parte, para María Josefa Yzuel, la popular Marifi jaquesa, destacada física y catedrática emérita en la Autónoma de Barcelona, tampoco fue nada fácil alcanzar las más elevadas metas en el mundo de la ciencia y la investigación. Nunca lo es.

En décadas no muy lejanas, ser mujer, carecer de medios económicos o de calificaciones sobresalientes suponía barreras infranqueables, que se sumaban a otros muchos obstáculos. En ese contexto, la UNED supuso la gran oportunidad para acceder a los estudios superiores, tanto para quienes no pudieron hacerlo en su día, fuere cual fuese la razón, como para quienes no se benefician de una beca o residen alejados de un campus. Así, son ya muchos los titulados en la UNED y serán muchos más lo que podrán serlo en el futuro. «Sólo hay una cosa que de verdad es esencial y es la fuerza de voluntad de las personas», ha citado Teresa Perales, también antigua alumna de la UNED en Calatayud. Quienes de verdad quieren, solo necesitan un empujoncito, justo lo que proporciona la UNED.

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