Opinión | EDITORIAL

Zaragoza apuesta por los eventos deportivos

La Romareda se convirtió ayer en el epicentro del fútbol femenino nacional en una tarde mágica. La final de la Copa de la Reina fue una fiesta con una asistencia de 25.617 personas, una cifra muy superior a la de ediciones anteriores (9.217 espectadores en 2023, en el Estadio Municipal de Butarque de Leganés y 3.400, en el Estadio Municipal de Santo Domingo de Alcorcón 2022,). El partido, que concluyó con una goleada a favor del Barcelona (8-0), parecía rendir homenaje al viejo estadio municipal que, con la presencia de la reina Letizia, vivió ayer su última final antes de que las excavadoras comiencen su derribo este verano.

La capital del Ebro se está acostumbrando a albergar grandes eventos deportivos y a romper récords. Ya lo demostró la campaña anterior acogiendo la final de la Copa de la Reina de baloncesto en el Pabellón Príncipe Felipe con casi 10.500 aficionados animando para que el Casademont se proclamase campeón ante el Perfumerías Avenida. Esta temporada, el último partido de este campeonato disputado en Huelva no llegó ni de lejos a las cifras registradas en la cancha de Zaragoza. No logró congregar ni a 4.000 espectadores. Los zaragozanos siempre responden y se vuelcan con estas citas que generan un impacto económico muy positivo en áreas como el comercio y la hostelería y que también redundan en la proyección exterior de la ciudad.

El pasado 17 de noviembre el Ayuntamiento de Zaragoza recibió la comunicación oficial que designaba a la ciudad Capital Europea del Deporte en 2027. Una distinción que obliga al consistorio a mejorar y renovar la red de instalaciones municipales, crear la Ciudad Inteligente del Deporte, una piscina cubierta con medidas olímpicas y una pista indoor de atletismo con las medidas reglamentarias para la competición oficial. Un equipamiento del que ahora la ciudad no dispone. Con estas y otras actuaciones se solventará el déficit cuantitativo y cualitativo de infraestructuras deportivas y Zaragoza tendrá la oportunidad de proyectar su imagen al exterior organizando competiciones de nivel internacional en variadas disciplinas deportivas. También ayudará la construcción de una nueva Romareda, condición indispensable para ganar la carrera por ser subsede del Mundial de fútbol 2030. Poyectos todos ellos que aportarán a Zaragoza beneficios económicos, de reputación y sobre todo funcionarán como un motor de inversiones públicas en la ciudad. Una oportunidad para trabajar por y para el deporte.

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