Opinión | el triángulo

Todos contra todos

Nunca imaginé que lo personal cobraría tanto protagonismo en política, salvo el Jaguar que Ana Mato tenía en su garaje sin saber de dónde salió

¿Qué tiene que pasar más allá de unas elecciones europeas para que el bloqueo cruzado termine? Siempre hay una cita con las urnas que hace estar más al tanto de las expectativas que de las realidades. Un amigo, de joven, nunca formalizaba ninguna relación porque siempre podía haber alguien del que enamorarse más a la vuelta de esquina. Sorpresas te da la vida, eso le sucedió entre pocas y escasas veces, pero lo aprendió a toro pasado. Y no será porque no hayan pasado toros, vaquillas, reses en general que parecían miuras y fueron devueltos a toriles. Porque la política parecerá la máquina del fango, pero una continua trituradora de líderes y de proyectos, también. Y no estamos bajando el ritmo, los últimos movimientos de Sumar dentro del Gobierno de la Nación buscando diferenciarse del PSOE, alejarse de la agenda de Podemos, y el esfuerzo de Izquierda Unida por tener una voz propia, ponen a Yolanda Díaz en una situación difícil según el resultado europeo. Irene Montero que salió o la echaron abrasada por la gestión de la Ley sí es sí, se mantiene en una política de enfado contra todos y todo, que sólo la llevará al olvido o al escaño en el Europarlamento como salida a una política muy resistente, con gran capacidad oratoria, y lastrada por el protagonismo de su pareja.

Porque la política actual también va de parejas, la de Montero, la de Ayuso o la de Sánchez. Que lo personal también es político nunca imaginé que cobraría tanto protagonismo a excepción del Jaguar que Ana Mato tenía en su garaje sin saber de dónde había salido. Las cosas que ignoramos de nuestras parejas durante algún tiempo, pero claro ya no hay quien lo confiese, aunque el presidente Sánchez se empeñe en que el amor todo lo puede. Como la apuesta de Sánchez tras el éxito catalán le salga bien y en las europeas la distancia con el PP no sea mucha, o incluso igualen, con el bloqueo del resto no sería extraño que volviéramos a elecciones, el terreno en que mejor se mueve el presidente. Al otro lado, un diletante en política nacional como Feijóo, que no llegó para esto, espera en esta segunda vuelta volver a ganar y así incrementar la presión, si eso es posible, para una que de verdad le permita gobernar el país. El candidato popular actúa siempre muy arropado por el poder territorial de su partido y que no siempre es mérito suyo, y con los sobresaltos de sus aliados que igual rezan en la sede de los partidos políticos que exaltan al lobo argentino, aunque la única motosierra que traiga sea la lengua afilada. Estoy deseando que se apliquen vivir el momento como un youtuber más, ahora que, hasta uno de ellos, Alvise, va a obtener un escaño.

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