Política ficción

En esta desquiciada era digital la política es ya «política ficción». Pedro Sánchez convierte sus dilemas en un melodrama, las relaciones internacionales son un ciclo de venganza y las cuitas entre la izquierda alternativa un drama psicológico... Pero es la derecha Plus Ultra (ultraderecha y derecha +) la que en esto se lleva la palma. Vox, como el resto de sus homólogos, vive en el delirio, pero el PP, ante la buena marcha de la macroeconomía –no les interesa otra–, su ausencia de proyecto y de tangibilidad monclovita, se ha abonado al storytelling. Feijóo, desde que aterrizó en Madrid, es un cuentista sin gracia, que vaga de cuento en cuento como la santa compaña... Primero lo de se rompe España, luego la ley de amnistía, la inmoralidad del sanchismo, su corrupción, su deslegitimación, el asalto al poder judicial, a la prensa, ahora su connivencia con Hamás, por no citar las frecuentes resurrecciones de ETA o el terror bolivariano. Cuantas menos propuestas realizables tiene el PP para la economía, los derechos sociales, el problema de la vivienda, la inflación, la crisis energética, la depreciación del nivel de vida de los ciudadanos, la emergencia climática, la ciencia y el desafío tecnológico, la cultura..., más abonado queda a los relatos facilones. Cuenta para ello con una mayoría mediática proclive a servir de altavoz a esa furia storyteller, por mucho que la realidad, tan tozuda ella, se encargue de ir desvistiendo tanta fábula hasta dejarla en los huesos... Ni la economía se ha hundido, ni España se ha roto, ni la amnistía ha sido el Escatón y ha incendiado Cataluña, ni Puigdemont gobierna, ni ETA ha resucitado, ni Euskadi se ha independizado, ni ha caído la monarquía... Los relatos son necesarios en la era digital del storytelling, pero, al menos en política, debieran tener un asidero con la realidad. Quousque tandem abutere, Feijóo, intelligentia nostra?

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