El valor final del edificio de las oficinas del Real Zaragoza está pendiente de lo que determinen los tribunales de lo Contencioso Administrativo sobre el recurso presentado por unos vecinos contra la recalificación del inmueble por parte del ayuntamiento de la capital aragonesa. El consistorio acordó a finales del 2006 modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para autorizar el cambio de uso del inmueble, de manera que el suelo de la finca que lo alberga pasaba de estar reservada para acoger equipamientos a poder soportar edificaciones de carácter residencial.