Álex Alegría, el gran objetivo en el mercado de enero del Zaragoza para reforzar su delantera, tal y como reveló este diario hace una semana, está muy cerca de llegar al conjunto aragonés, donde cuenta con el aval de Miguel Torrecilla, que ya lo llevó cedido al Sporting en la 18-19 y que le dio plaza del primer equipo en el Betis en la 16-17. El agente del jugador ya se ha reunido con el club balear estos días y ya tiene la autorización para esa salida, aunque aún resta una cuestión contractual que el punta exige que se le respete por parte de la entidad bermellona, donde tiene contrato hasta el 2024. Ese tema contractual del futbolista es el último obstáculo para su llegada a La Romareda.

El Zaragoza y el jugador tienen todo apalabrado para su cesión sin opción de compra y también hay acuerdo entre clubs, ya que la entidad zaragocista asumiría la parte proporcional de la ficha del punta, que tras bajar a Segunda el equipo mallorquín el pasado verano se ha reducido a la mitad, lo que hace factible la operación, que se puede y se debe acelerar esta semana, aun sin que el Mallorca fiche un ariete, algo que la entidad balear va a hacer en este mercado de enero, por lo que la salida de Alegría es obligatoria. El punta tiene ofertas encima de la mesa del Zaragoza, el Cartagena, el Logroñés, el Sabadell, aunque el club arlequinado ya fichó a Álvaro Vázquez, el Alcorcón, el Oviedo y el Albacete, además de una propuesta del extranjero, pero su predisposición para llegar a La Romareda es absoluta y hace días que tiene tomada esa decisión.

Su fichaje, unido al de Peybernes, obliga a que el Zaragoza aumente el trabajo en las salidas, donde Haris Vuckic es el gran candidato desde hace semanas, puesto que su adiós, sea rescindido o cedido, libera casi 200.000 euros de límite salarial. Guitián también está en la rampa, aunque no desea marcharse por el momento, aunque todo apunta a que lo hará, mientras que otros candidatos son Raí o Jannick Buyla, que estudia ofertas de Segunda B pese a que desde el club se le dijo en diciembre que iba a seguir. El adiós de Larrazabal no es sencillo porque también depende de la autorización del Athletic, del que se desvinculó en verano para firmar por tres años, pero mantiene una opción de recompra que ronda el millón de euros. El Zaragoza, además de un central (Peybernes) y un punta, quiere intentar fichar a un mediocentro, puesto para el que tanteó a Lucas de Vega (Barcelona B), con la puerta cerrada del conjunto azulgrana y donde ahora Luismi es la alternativa más tangible porque el Elche le va a dar salida, aunque el Zaragoza también tantea otras opciones. El centrocampista del cuadro ilicitano no fue convocado ayer para el partido de Copa y el Elche busca varios refuerzos, uno en la medular, por lo que la salida de Luismi puede acelerarse esta semana, con el Zaragoza muy pendiente, ya que ha trasladado ese interés al jugador y a la entidad franjiverde.

Si, finalmente, el Zaragoza y Álex Alegría unen sus caminos, el equipo aragonés adquirirá un futbolista con buen juego de espaldas, poderío aéreo y llegada. El ariete, que ha estado en otras temporadas en el punto de mira zaragocista, aunque no como primera opción, algo que ha cambiado con la llegada de Torrecilla, tiene contrato con el Mallorca hasta el 2024, aunque ha dejado de contar en las rotaciones de Luis García Plaza, que, incluso, ha puesto por delante al delantero marfileño del filial Ibra Diabaté,

El jugador extremeño (Plasencia, 14-2-92) se formó en el equipo de su localidad para dar el salto al Cacereño, donde en Segunda B comenzó a mostrar sus dotes goleadoras para fichar por el filial del Betis en el 2012. Debutó en el primer equipo de la mano de Pepe Mel en Segunda en el curso 14-15 y se marchó cedido al Numancia, donde se destapó, siendo el mejor jugador aquella temporada 15-16 del equipo soriano, con 12 goles. Ese buen papel y la llegada de Torrecilla y Poyet al Betis le dieron sitio en el primer equipo verdiblanco, en el que jugó 25 partidos en Primera en la 16-17.

Después, fue cedido al Levante, aunque sufrió una grave lesión de rodilla, y al Rayo, ambos en Primera. Sin embargo, el club rayista rompió esa cesión en enero del 2019 y acabó en el Sporting, de nuevo de la mano de Torrecilla, entonces director deportivo rojiblanco. En el tramo final de ese curso fue fijo para José Alberto y jugó 16 partidos, con 13 de titular y tres goles. De regreso al Betis, priorizó jugar en Primera y el Mallorca apostó por él con un contrato de 5 años, hasta el 2024, tras desvincularse del equipo verdiblanco. Apenas jugó en la élite con el equipo balear y en enero del 2020 se fue cedido al Extremadura, donde anotó seis dianas en 17 duelos que no evitaron el descenso extremeño a Segunda B para regresar a Mallorca, lugar del que ahora puede volver a salir, quizá con destino a Zaragoza. Si lo hace, sería su octavo club profesional desde que firmó contrato con el primer equipo bético en el 2015.