Firmó Unai Emery por el Villarreal en julio por tres años y recurrió a Imanol Idiakez para que le acompañara como segundo. El extécnico del Zaragoza en la temporada 18-19, cuando fue destituido tras solo 10 jornadas, lo pensó y decidió cambiar su rumbo de forma provisional en los banquillos y ser segundo espada de «uno de los mejores entrenadores del mundo», como él mismo asegura. El miércoles en Gdansk el 'submarino' levantó la Europa League ante el Manchester United en una final emocionante y con una tanda de penaltis para la historia, con 11 lanzamientos sin fallo por parte del equipo amarillo hasta que Rulli detuvo el de David de Gea.

«Fue una tanda agónica vivida con mucha emoción. Cada penalti que metíamos era un subidón y después llegaba el bajón cuando ellos lo igualaban. Recordé en algún momento la tanda que viví con el Lleida para ascender a Segunda ante el Sevilla B, pero esa vez (15-16) salió cruz y esta, cara», explica Idiakez, minutos antes de subirse a la rúa en la que este jueves el Villarreal celebró el título: «Resultó una montaña rusa de emociones que procuramos vivir todos juntos. Es difícil imaginar una tanda tan perfecta. De Gea no tuvo opciones prácticamente en ninguno. Y algunos de los nuestros no habían tirado penaltis en un partido desde casi infantiles, pero los lanzaron con el corazón más que con los pies y con ese deseo que ha podido con todo, con ese karma que nos ha llevado a algo tan grande», señala.

Vive Idiakez un tiempo de felicidad en Villarreal por el título y por la gran temporada que él entiende como «un acto de justicia por el trabajo que se hace en este club. Es una entidad ejemplar a todos los niveles, que cuida todos los detalles, que había estado en las puertas otras veces y que se merecía algo así», reclama, recordando también la dedicatoria al presidente, Fernando Roig, que no pudo asistir a la final tras superar el covid y que es el gran impulsor de todo lo que ha vivido el 'submarino', de su gran historia reciente.

"Es una misión diferente, más en segunda línea, con otro tipo de labor. Aunque suponía un cambio en mi carrera, cuando me llamó Unai no me lo pensé"

El Villarreal ha logrado ese sitio entre los mejores de España y con presencia habitual en Europa, que será en Champions la próxima temporada, tras mucho tiempo con esa labor ejemplar como entidad, con una gran política de captación de jugadores para su cantera y con apuestas muy claras y una línea marcada hacia el éxito en el primer equipo. Por eso, cuando Unai Emery le llamó en verano, Idiakez no dudó. «Es una misión diferente, más en segunda línea, con otro tipo de labor. Aunque suponía un cambio en mi carrera cuando me llamó Unai no me lo pensé. Y lo vivido este año me confirma que acerté de pleno, estoy aprendiendo y disfrutando», indica , sin plantearse volver a tomar las riendas como primer espada, donde además del Zaragoza dirigió al AEK de Larnaca de Chipre en dos etapas, al Lleida, al Unión, al Guijuelo, al Poli Ejido o al Toledo, empezando su carrera en el Sanse, en la Real B, una trayectoria que se consolidó en Segunda B y que tuvo la gran oportunidad en el Zaragoza, donde Lalo Arantegui apostó por él y no le dio apenas margen de confianza con un despido tras solo dos meses de curso.

La vuelta al banquillo

Regresó a Chipre y del AEK salió en diciembre de 2019. Ahora, ha tomado otro rumbo y no hace demasiados planes. «Es que he tenido experiencias que pensaba que podían ser un salto importante en mi carrera como primer entrenador y se han dado muy mal y después te llega algo que no esperas y funciona muy bien. No me planteo más allá que en disfrutar del presente, lo que tenga que venir ya se verá», explica. No lo hará en todo caso en breve, porque Imanol quiere seguir en el Villarreal y lo va a hacer: «Tengo contrato y hay una Champions de por medio, así que por ahora está claro».

"He vivido momentos de preocupación con el Zaragoza, pero por suerte le dieron la vuelta. Ojalá que el proyecto que comience este verano cuaje y que recupere su sitio"

En medio de su felicidad, se apresura a recordar al Zaragoza, donde tuvo esa ocasión que el fútbol le presentó y no tardó en negarle, pero «les he seguido y les sigo. Ha sido una temporada muy complicada y han tenido una gran reacción desde la llegada de JIM. Guardo un gran recuerdo de la gente de allí y he vivido momentos de preocupación, pero por suerte le dieron la vuelta», dice, recordando la reacción con el técnico alicantino y dejando un deseo claro para el futuro: «Ojalá que el proyecto que comience este verano cuaje y que el Zaragoza recupere su sitio. Ese es mi deseo, sin duda. Ese club y esa ciudad solo deben estar en Primera».