Es, sin duda, el protagonista de la temporada. Juan Ignacio Martínez (JIM) disfruta de la satisfactoria sensación de la misión cumplida. Llegó para salvar al peor Zaragoza de la historia y lo logró a falta de tres jornadas para el final, pero el técnico aparta los focos de su persona y los desplaza a los jugadores, a los que agradece su respuesta en plena catástrofe. "De lo que más orgulloso estoy es de la respuesta de los jugadores en una situación tan crítica. Ellos pusieron el yo al servicio del equipo y eso siempre es imprescindible en el deporte colectivo. Todos somos egoístas, pero ellos remaron todos en la misma dirección y no tuve problema alguno con nadie, lo que ha propiciado que hasta el último momento podamos disponer de un once muy competitivo". Incluso en la última jornada ante un Leganés que llegará a La Romareda con el objetivo de defender la tercera plaza, pero JIM no permite relajación a su equipo a pesar de haber culminado la tarea. "El fútbol profesional no entiende de bromas y cuando no compites luego vienen las malas caras. Ha sido mucho el sufrimiento y el estrés, pero queremos poner la guinda a este trayecto ganando el último partido. También para darle una alegría a la gente a pesar de que no pueda entrar al campo".

El Zaragoza, pues, saldrá el domingo dispuesto a mantener su excelente dinámica en casa desde que llegó JIM, que advierte de la obligación de aplazar cualquier relajación a la conclusión del duelo. "Si pensamos en vacaciones nos equivocamos todos. El objetivo es competir y hacer un buen partido para mantener una muy buena dinámica en nuestro estadio. Los chicos han entrenado fenomenal y tienen ganas de acabar bien. Los jugadores tienen que disfrutar del juego y liberarse de toda esa tensión que hemos acumulado durante tanto tiempo. Además, tenemos que ser honestos con el club que nos paga ya que, según la posición que ocupemos, aumentarán los ingresos", recuerda el entrenador.

Al mirar atrás, JIM tiene claro que, a pesar de su éxito, "seguro que he cometido errores y he faltado al respeto a jugadores en cuanto al once, pero no a nivel personal porque soy una persona educada. En fútbol si ganas parece que debes repetir equipo y si un jugador marca también debe jugar, pero lo que he hecho ha sido siempre en beneficio del equipo y de los propios futbolistas. No puedo arrepentirme de nada después de haber estado en la situación crítica que hemos sufrido. No podemos festejar nada, pero lo que ha hecho el equipo tiene un valor enorme", insiste.

De cara al futuro, JIM pasa la pelota al director deportivo, Miguel Torrecilla. "Me consultará como ha hecho siempre en cuanto a jugadores o posiciones o lo que se puede incorporar o no, pero la configuración de la plantilla es cuestión suya. Estamos en contacto diario y lo que nos ha venido a decir el club es que, aunque haya rumores, somos personas del club y hay que trabajar sin despistarse".