La segunda modificación del convenio de acreedores del Real Zaragoza cuya aprobación se hará oficial la próxima semana permitirá al club diferir el pago de más de 9 millones de euros hasta 2025. El nuevo planteamiento, que cuenta ya con más del 50% de respaldo y, por consiguiente, saldrá adelante, ya aplazará el desembolso de 740.000 euros este año, mientras que la cantidad aumentará hasta alcanzar los 1,23 millones en el 2022 para llegar a los 1,99 en 2023 y crecer hasta 2,69 y 2,47 en 2024 y 2025.

Tras la autorización oficial, el Real Zaragoza pasará a pagar, hasta 2030 (cinco años más que los inicialmente establecidos), una cantidad anual de 2,47 millones de euros para satisfacer una deuda total con sus acreedores de 24,7, cuando, por ejemplo, la cuantía a abonar este año antes de la modificación del convenio era de 3,21. La mayor diferencia se alcanzará en 2024, cuando el Real Zaragoza tenía que desembolsar 5,16 millones, es decir, 2,69 más de lo que recogerá el convenio tras ser modificado y que permitirá pagar la deuda en cinco años más a la nueva propiedad del club siempre que el proceso de venta culmine con éxito.

De este modo, el futuro calendario de pagos del Real Zaragoza a sus acreedores establece que, una vez satisfechas las cantidades establecidas para los años 2018 y 2019 (1,36 y 1,67 millones de euros, respectivamente) y tras haber conseguido el aplazamiento (a pesar de la oposición de algunos acreedores como el Shakhtar Donetsk y el Milan) de los 2,44 correspondientes al 9% del total fijado para 2020 y que quedaron prorrateados en cinco años (un 2% más hasta 2024 y un 1% en 2025), el Real Zaragoza debería haber satisfecho en el 2021 3,21 millones correspondientes al 11% de la deuda más el 2% del correspondiente prorrateo.

El covid

Para pedir esa suspensión del tercer pago, el club se amparó en la eliminación de los ingresos por taquillas y la reducción de los abonos y los derechos televisivos, que según estima la entidad, van a suponer más de 4 millones de euros desde marzo del 2020, cuando estalló la pandemia y el fútbol se paralizó. 

La modificación a la que el Juzgado Mercantil número 2 de la capital aragonesa dará vía libre la próxima semana reducirá esa cantidad a asumir hasta esos 2,47 millones de euros lineales que pasarán a pagarse hasta 2030 siempre que no se produzca un descenso de categoría. En ese caso, el desembolso se suspendería si el club no ha satisfecho por completo el pago a sus acreedores ordinarios y esa suspensión se prolongaría durante el tiempo en que el equipo permaneciera en Segunda B (actualmente Primera RFEF), con un máximo de cinco temporadas consecutivas o alternas. 

Si, en cambio, el Real Zaragoza consigue al fin el ansiado ascenso de categoría, la cantidad a desembolsar se incrementaría un 20% respecto a esos 2,47 millones fijados, con lo que la nueva cuantía a satisfacer quedaría estipulada en torno a los 3 millones de euros (2,964) hasta acabar con los créditos y mientras el club continuara en Primera.

La segura aprobación del convenio, firmado en 2012, será la segunda modificación después de la que se llevó a cabo en el 2016 destinada a cambiar los años de cumplimiento alterno, que eran cinco, para que fueran fijos y consecutivos y comenzar a pagar a los acreedores en julio de 2018. El Zaragoza sacó adelante esa solicitud al obtener una mayoría reforzada de adhesiones, más del 60%, pero, en esta ocasión, la SAD solicitó que, en virtud de la Ley 3/2020 sobre las ‘Medidas procesales y administrativas para hacer frente a la covid-19', se tramitara su aprobación exigiendo el mismo porcentaje que fue necesario para la aprobación del convenio y en virtud de la Ley 22/2003, es decir, con el 50% de ese pasivo. La suspensión establece, asimismo, que el convenio tendrá la misma quita (el 60% aunque hay un 10% en función de traspasos). 

La deuda inicial del concurso de acreedores estaba establecida en 27,2 millones de euros, el 40% tras la quita aprobada en 2012, cuando el club accedió al concurso con una deuda ordinaria de 68 millones de euros y una global de 145.