Un grupo inversor español, con sede en Barcelona, y respaldado por inversores internacionales desconocidos hasta ahora estaría cerca de adquirir la mayoría de las acciones del Real Zaragoza. Así lo anunció ayer oficialmente Heraldo de Aragón, diario propiedad de la familia Yarza, que ostenta actualmente, a su vez, más del 13% de las acciones del club deportivo. De esta manera se confirmaba lo publicado el pasado jueves por EL PERIÓDICO DE ARAGÓN: que la venta era inminente, que las ofertas eran españolas, no aragonesas, y que el hermetismo era total.

De hecho, solo se informa que el grupo inversor estaría integrado por los hermanos Alejandro y Carlos Álvarez del Campo, asturianos, hijos del periodista Carlos Luis Álvarez, Cándido, y Francisco Kiko Domínguez Otero, un conocido abogado de Barcelona.

 En todo caso, EL PERIÓDICO ha sabido del entorno de ese grupo inversor que la negociación es compleja, sobre todo, debido a la situación económica extremadamente delicada del Real Zaragoza, con la amenaza, de hecho, de suspensión de pagos si no se acomete este año un desembolso que sería superior a los 14 millones de euros inicialmente establecidos. De ahí que ese entorno se haya extrañado de la oficialidad de la noticia.

La vía elegida y negociada por el consejero Fernando de Yarza López-Madrazo es una de las dos opciones que maneja el Real Zaragoza para vender y no existe unanimidad en el consejo acerca de la idoneidad de escoger entre una u otra alternativa. La familia Alierta, que cuenta con la mayoría de las acciones, sigue siendo capital aunque todo apunta a que las discrepancias entre los accionistas son cada vez mayores. De hecho, alguno de ellos desconocía absolutamente la existencia de esta vía, al igual que LaLiga, a la que el grupo inversor aún no se ha dirigido.

El entorno de estos empresarios, sin aparente relación con el deporte, aunque recientemente han fundado la sociedad Spain Football Capital, admite su intención de desplazarse a inicios de la próxima semana a Zaragoza para tratar de cerrar una negociación que todavía se encuentra pendiente de resolver y que permanece envuelta en incertidumbre

El secretismo y hermetismo con el que se están llevando las negociaciones alcanza también a los inversores internacionales que estarían detrás de la operación y de los que solo se sabe que estarían interesados en entrar en el negocio del fútbol español. Son los que aportarían la mayor parte del capital necesario para que el Real Zaragoza acceda a la venta. Esa cuantía podría incluso rondar los 50 millones de euros, mucho más elevada de la que inicialmente estaba prevista por los inversores como consecuencia de la urgente necesidad de liquidez de un club cuyas arcas económicas acumulan muy mal estado.

En principio, la salida de los miembros de la Fundación Zaragoza 2032 estaba cifrada en 14 millones de euros. Con esa cantidad el club se aseguraría los pagos a Hacienda y el concurso que debe realizar y se daría la salida, total o parcial, de los actuales patronos. La deuda del Zaragoza a 30 de junio pasado está en 71,5 millones de euros. De ellos, las dos partidas más importantes son el concurso de acreedores y la deuda histórica con Hacienda.

El acuerdo con este grupo, eso sí, propiciaría un nuevo escenario en el club, con profundos cambios estructurales y la salida de la inmensa mayoría de los accionistas. La presidencia y la dirección general también contarían con nuevos inquilinos. Es por lo que en algunos círculos se entendería que la familia Yarza estaría presionando a favor de esta opción desvelando los nombres.

Está por ver la repercusión en la parcela deportiva. Con el equipo de vacaciones hasta la primera semana de julio y tras haber completado una de las peores temporadas de su larga historia, el Real Zaragoza parece destinado a continuar dirigido por Juan Ignacio Martínez (JIM) en el banquillo y Miguel Torrecilla en la dirección deportiva, si bien no se descartaría una figura por encima de Torrecilla, comoun mánager general, con máximos poderes en la parcela deportiva.

En cualquier caso, los próximos días se presentan decisivos de cara al futuro del Real Zaragoza y para resolver todas las incógnitas que rodean esta operación. Según el entorno de esta sociedad, la adquisición de la mayoría accionarial del Real Zaragoza todavía estaría lejos de producirse y todo está a expensas del encuentro que se celebrará la próxima semana en la capital aragonesa. Allí, el club podría cambiar de manos y la actual propiedad pasaría el testigo justo cuando se cumplen siete años desde que se hizo con las riendas de una entidad que sigue en Segunda División, categoría en la que cumplirá su novena campaña consecutiva, algo inédito en la historia de la entidad.