El gran examen del verano para Miguel Torrecilla son las salidas de Haris Vuckic y Gaizka Larrazabal, las dos más difíciles que tiene que afrontar el Real Zaragoza, donde ya han abierto la puerta para irse al Pichu Atienza, al Asteras, a Jannick Buyla, cedido al Nástic, o a Marc Aguado, con la misma vía al Andorra. Quedan otros de segura despedida, empezando por Bikoro o Baselga, pero el delantero esloveno y el extremo vasco representan dos despedidas obligadas por su alto salario y por su discreto rendimiento en el primer año. En estos momentos, la intención del Zaragoza, y así se le ha transmitido a sus representantes, pasa por no tener prisa con ambos y esperar la mejor propuesta, a ser posible de cesión (de traspaso es una quimera) para que abarque lo máximo posible del salario de cada uno. La desvinculación con una indemnización es, por ahora, una vía que no se quiere contemplar, ya que ambos futbolistas tienen dos años de contrato y esa rescisión implicaría un fuerte desembolso que se quiere evitar a toda costa.

Nieto, Vuckic y James corren en un entrenamiento. ÁNGEL DE CASTRO

Hay, además, otro motivo que invita a mirar con mejores ojos por ahora la cesión y es que los dos tienen contratos hasta 2023 y un buen curso en el equipo al que vayan puede aumentar un valor de mercado para que el Zaragoza dentro de un año tenga un mayor margen de maniobra para darle salida. Vuckic ha jugado en Inglaterra, en Escocia y en Países Bajos, llegó hasta 11 goles en el Twente en la Eredivisie y es internacional esloveno. Su rendimiento en el Zaragoza ha sido bajísimo, sin anotar una sola diana y dejando pocos motivos para mantener la apuesta en él, pero es factible que en otro equipo dé un mejor nivel y dentro de un año sea mucho más fácil darle una salida, incluso con un traspaso de por medio. Larra, canterano del Athletic, en el que ha jugado 11 partidos en el primer equipo  y con un gran año en el filial en la 18-19, también es posible que en otro destino recupere sensaciones y fútbol que en el Zaragoza no ha tenido ni de lejos.  

El contrato de Vuckic

Vuckic firmó por tres temporadas en febrero de 2020, cuando el Zaragoza iba lanzado hacia Primera, al final no hubo ascenso pero el ariete llegó como una de las grandes apuestas del verano pasado para la parcela ofensiva. Ahora, su salida es obligada, puesto que en su segundo año su contrato, de 400.000 euros en su campaña inicial, se eleva hasta casi 600.000, lo que convierte en una necesidad imperiosa que se marche. El Utrecht de los Países Bajos ha mostrado interés, pero no llegaría a la totalidad de la ficha del punta, algo que sí podría hacer el Legia de Varsovia de Polonia, aunque está a la espera de traspasar a Pekhart porque el zaragocista es el candidato número 1 para sustituirle. El Zaragoza, en medio de sus urgencias, va a esperar a que llegue una oferta que se haga con la mayor parte de su salario y a cruzar los dedos para que Vuckic haga una buena temporada en su lugar de destino.

Larrazabal no tiene, ahora mismo, ofertas concretas de Segunda para buscar su salida. Cuenta con equipos de Primera RFEF interesados, pero se quedarían lejísimos de su salario, que este año al no pagar una parte el Athletic de Bilbao, como sí ha sucedido en la temporada recién finalizada, está en torno a los 350.000 euros, lo que le sitúa entre los 5 jugadores mejor pagados de la plantilla. El Zaragoza fichó al extremo el verano pasado, después de estar a punto de hacerlo en enero del 2020, y era un jugador cotizado que había estado antes en el punto de mira de Cádiz, Tenerife o Rayo, sobre todo de los vallecanos. Ahora, podría encontrar acomodo en el club chicharrero, en el Oviedo de Ziganda, en el Burgos o en el Amorebieta, si bien este club por su apuesta futbolística, con un esquema de tres centrales y carrileros, no necesita tanto un extremo de las características de Larra, aunque es verdad que tras llegar a Segunda van a fichar a muchos jugadores vascos. Con todo, hasta el momento ninguno de esos cuatro equipos ha hecho una propuesta por el jugador, al que se intentará sacar cedido desde el Zaragoza, aunque ahora mismo habrá que esperar para lograrlo.

El Real Unión y el Hércules, destinos fallidos para Bikoro

El centrocampista ecuatoguineano es una de las salidas seguras en este verano tras su temporada de cesión en el Numancia y en el Badalona. El jugador y el Real Zaragoza negocian la rescisión de los dos años de contrato que le quedan, pero tiene cartel en Primera y en Segunda RFEF y ahí estará su destino. De hecho, ha contado con el interés del Real Unión de Irún, que milita en Primera RFEF, y el Hércules de Alicante, un histórico en horas bajas que buscará el ascenso desde la Segunda, aunque ahora mismo esas opciones están descartadas.