Hasta el 31 de julio va a estar Cristo González en la concentración del Udinese en Austria, por lo que la previsión es que no haya noticias antes para su salida del club italiano. El atacante canario sabe, o al menos sus agentes trabajan para ello, que debe buscar otro destino en forma de cesión y conoce el interés de media Segunda en su fichaje. El Zaragoza está entre los equipos que han preguntado por él y le han trasladado a sus representantes un interés más que firme. Cristo, eso sí, ya ha hecho una selección y por ejemplo ha descartado el retorno al Tenerife, igual que fichar por Las Palmas o la Ponferradina, también había recibido el interés del Girona o el Valladolid, aunque menor, y tampoco irá allí. Sporting y Oviedo, que quiere al exzaragocista Borja Bastón, parecen los mayores enemigos en la carrera por Cristo, al que fuentes cercanas aseguran que que le convence la idea de jugar en La Romareda, que ahora mismo es una de sus prioridades cuando salga.

La idea de Torrecilla es contar en el ataque zaragocista con Cristo González y Borja Garcés, si bien ese deseo depende de la configuración final de la delantera. Si, como se quiere, se da salida en las próximas semanas a Vuckic y a Baselga y Juanjo Narváez es traspasado, algo que el colombiano desea, porque su intención es jugar en Primera y el Elche es el gran candidato como destino por delante del Espanyol, al Zaragoza pueden llegar hasta tres delanteros, ya que solo estaría Iván Azón como referencia. En ese contexto, cabría la dupla formada por Cristo y Borja con una tercera referencia de otro perfil más experimentado para la categoría.

Cristo González, un 9 de referencia pero con capacidad de asociación y que también puede partir desde la banda izquierda, está en la agenda de Torrecilla desde hace mucho tiempo. De hecho, ya lo intentó fichar para el Sporting y, en diciembre, cuando llegó al Zaragoza, sondeó su cesión, pero ya estaba cerrada con el Mirandés, que la hizo oficial antes de comenzar el mercado de enero. En Anduva anotó cuatro goles y dio tres asistencias en los 20 partidos que disputó en el conjunto burgalés. Con todo, su ficha en el Udinese es alta y la apuesta en el delantero canario tendrá que ser elevada para lograr su cesión.

El ariete canario (Santa Cruz, 24-10-97) se formó en la cantera del Tenerife, con el que debutó sin haber cumplido los 17 años y fue traspasado por 750.000 euros en el verano de 2017 al Real Madrid para jugar en el Castilla, haciendo 31 goles en dos temporadas en Segunda B, llegando a debutar en Copa con el conjunto blanco ante el Melilla en la temporada 18-19 y anotando un gol en ese partido y jugando otros tres encuentros más de Liga con el primer equipo antes de marcharse al Udinese italiano, que pagó 1,5 millones por su fichaje con un contrato por 5 temporadas, hasta 2024, en el verano de 2019. En el conjunto transalpino no ha tenido sitio y ya en su primera temporada fue cedido al Huesca, mientras que en diciembre de 2020 llegó al Mirandés.