Carlos Vigaray fue operado ayer satisfactoriamente de su rodilla derecha en la Clínica Cemtro de Madrid por el doctor Pedro Guillén en colaboración con Ireneo de los Mártires, jefe de los servicios médicos del club. El jefe de Traumatología de la clínica utilizó una técnica pionera consistente en un cultivo celular (entre 20 y 30 millones) que se implanta en el cartílago dañado para acelerar los procesos de recuperación y que sirven como medicamento, ya que regenera el cartílago.

Pese a que la entidad no especificase un periodo de baja ya que «queda pendiente de evolución», este será de como mínimo tres meses. De momento, Vigaray debe estar 12 semanas sin apoyar y, después, el proceso de recuperación es muy incierto ya que puede variar entre un mes y otros cuatro más, por lo que puede volver para enero o incluso perderse casi toda la temporada.

La intención era que, con la artroscopia del pasado mes de julio y un tratamiento conservador, intentar evitar volver a la mesa de operaciones. Parecía que iba bien el tratamiento porque el dolor en la articulación había disminuido, pero cuando el futbolista aumentó las cargas de trabajo las molestias y la hinchazón en la articulación volvieron.