El final de un ajetreado mercado de fichajes, con ocho refuerzos (Lluís López, Fran Gámez, Petrovic, Vada, Borja Sainz, César Yanis, Nano Mesa y Álvaro Giménez), muchas negociaciones que se quedaron en el camino y bajas como las de Vuckic, Larra o Atienza pone de nuevo el foco en algunas de las tareas pendientes que tiene por delante Miguel Torrecilla, que aparcó en junio las mejoras salariales prometidas a Francés, Francho o Bermejo, todos con fichas que están en el mínimo de la categoría y lejos de su tremenda importancia en el equipo, que tiene pendiente la renovación de Clemente, con solo pasos iniciales dados, además de la decisión sobre la continuidad o no de otros futbolistas que acaban contrato en junio de 2022 como Adrián, Lasure, un caso especial por la rehabilitación de su enfermedad, o Jair, si bien este ya solo se encuentra a 19 partidos de renovar de forma automática un año más, algo que dada su importancia en los planes de JIM parece que no tardará en llegar. El director deportivo inició un corto periodo vacacional tras acabar un mercado tan intenso el pasado 2 septiembre que ya va a finalizar.

Con Francho y Bermejo se hizo a lo largo de la temporada pasada una adecuación de sus cifras para que llegaran al mínimo salarial de la categoría, algo menos de 80.000 euros, sin necesidad de objetivos y que las variables quedaran al margen de ese sueldo fijo mínimo, pero en ninguno de los dos casos se les aumentó la cláusula, que es de ocho millones para ambos en la categoría de plata, ni la duración del contrato, hasta 2024. Se les emplazó a una negociación en junio, que sí incluiría una mejora contractual en los emolumentos, además de un aumento de cláusula y posiblemente de la duración del vínculo, pero esta, en el ajetreo de un verano difícil por el volumen de operaciones y la parálisis que provocó durante gran parte del mismo un posible cambio accionarial que todavía no se ha llevado al cabo, fue pospuesta hasta acabar el mercado de verano. Ahora, en teoría sería el momento de retomarla, con Francho de recién estrenado debut en la sub-21, además.

La progresión de Francés

En el caso de Alejandro Francés, ya tenía ese mínimo salarial de la categoría especificado en su contrato, también de duración hasta 2024, con una cláusula de 10 millones, y en el curso pasado no se llevó a cabo ninguna actualización salarial, aunque sí se habló de revisar sus cantidades percibidas al acabar la temporada, con el jugador como indiscutible en el eje y tras haber debutado en la sub-21 haciéndose un fijo para Luis de la Fuente en los partidos ante Rusia y Lituania. De momento, Francés, de 19 años, y Francho, que cumplirá 20 años en octubre, han sido titulares para JIM en este comienzo de temporada cuando no estuvieron con la sub-21 y Bermejo, de 24 años, lo ha sido en las cuatro jornadas, manteniendo los tres jóvenes jugadores el rol que tenían el año pasado.

El caso de Enrique Clemente, internacional en todas las categorías inferiores y de regreso tras su cesión en el Logroñés, supone la renovación más prioritaria que tiene que afrontar Miguel Torrecilla, ya que el central zaragozano es una de las joyas de la cantera y hay plena confianza en sus posibilidades. El director deportivo ya le comunicó antes del verano al futbolista, de 22 años y cuyo salario también está entre los más bajos de la plantilla, la intención del Zaragoza de abrir el proceso de esa renovación y se iniciaron los primeros contactos, pero ahora mismo esa negociación está aparcada a la espera de ser retomada para intentar lograr un acuerdo con el defensa, que de momento no ha debutado en esta temporada en las cuatro jornadas que se han disputado.

La renovación de Clemente quedó iniciada en unos tanteos, pero se ha aparcado durante este verano

Adrián, Lasure y Jair

Con Adrián González, que acaba en junio, la decisión aún tardará en tomarse, viendo su papel en el equipo, que el año pasado estuvo muy frenado por las lesiones y en el actual ha empezado siendo una alternativa desde el banquillo, jugando en los cuatro partidos, pero solo un total de 50 minutos. El centrocampista, de 33 años, firmó en el verano de 2020 por dos años y no parece probable su continuidad la próxima temporada, aunque todo está por ver según su aportación en el curso. Con Lasure, en el tramo final de su rehabilitación del tumor testicular del que fue operado en marzo, el comportamiento ha sido ejemplar por parte del Zaragoza, que le dio sitio fijo en la plantilla en esta campaña. Su retorno no llegará antes de diciembre y ahí es cuando se empezará a ver si tiene opciones de renovar su contrato, que acaba en junio, como el de Jair Amador, aunque en su caso su continuidad se puede dar por segura si mantiene el nivel actual. Tiene una cláusula para renovar un año más, hasta 2023, si en la temporada pasada y la actual disputa 50 partidos con al menos 45 minutos. De momento, lleva 31 y ha sido titular en las cuatro citas de esta temporada, por lo que salvo lesión o giro drástico alcanzará esa prórroga automática.