El Consejo de Administración del Real Zaragoza expuso este miércoles su preocupación por la actual situación del equipo, inmerso en zona de descenso como consecuencia de una acumulación de empates y la ausencia, desde hace casi dos meses, de victorias. En la reunión ordinaria destinada a la formulación de cuentas, los miembros del consejo compartieron su inquietud aunque también mostraron su confianza en la pronta llegada de buenos resultados que provocarán un cambio en la actual dinámica y permitirán al Zaragoza escalar posiciones en la tabla clasificatoria.

En la reunión, presidida por la evidente tensión entre los miembros de un consejo más dividido que nunca, también hubo espacio para abordar el proceso de venta de la entidad, inmerso ahora en una fase de paralización absoluta. La familia Alierta, poseedora de la mayoría accionarial del club, ha frenado cualquier opción que conlleve su salida, algo a lo que, en cambio, sí estarían dispuestos los otros accionistas principales (Forcén, Yarza e Iribarren), que controlan solo el 40,38% de la entidad (un 13,46% cada uno).

La confirmación de la paralización de cualquier proceso encaminado a un traspaso de poderes se deriva de la inyección económica aportada por el acuerdo rubricado entre LaLiga y el fondo CVC. Pero el consejero delegado persigue ahora un crédito bancario con el que acometer una refinanciación parcial de la deuda para cubrir las necesidades económicas hasta final de temporada y de la siguiente. La otra vía que se está explorando es la de buscar un préstamo global de alrededor de 40 millones y refinanciar gran parte de la deuda durante un mayor número de años. La opción de Spain Football Capital, el grupo inversor con el que, incluso, se llegó a un acuerdo a comienzos del pasado verano, está en vía muerta. Al igual que la negociación con los exzaragocistas Ander Herrera y César Sánchez, que estaban dispuestos a invertir alrededor de 3 millones de euros para entrar a formar parte del accionariado.

El consejo estuvo centrado en unas cuentas que presentan, de nuevo, superávit. El balance del ejercicio, que el club presentará en la junta de accionistas que se celebrará en diciembre, es positivo por séptimo ejercicio consecutivo. En esta ocasión, el Real Zaragoza mostrará un superávit de unos 3 millones de euros, lo que dejará la deuda neta de la entidad establecida en 68 millones.

De este modo, la Sociedad Anónima vuelve a cumplir en el apartado económico con una continua rebaja de la deuda a pesar de que el primer equipo acumula nueve temporadas consecutivas en Segunda División. Ese es, precisamente, el gran problema. El Zaragoza continúa deambulando por la cuerda floja en el plano deportivo, lejos de las primeras posiciones y, de nuevo, abocado a luchar, de nuevo, por la supervivencia.