No quiere líos Juan Ignacio Martínez, que debutó con el Real Zaragoza en Copa (ante la Gimnástica de Torrelavega, la pasada campaña) y que tiene claro que la tradición del club en esta competición obliga a mantener la guardia alta y desterrar confianzas. “Aquí no se tira nada, el Zaragoza compite siempre y hay que ponerse las pilas”, asevera el técnico, que afronta un duelo “con muchas connotaciones”, entre ellas, “el drama que está viviendo esa isla, a la que, como portavoz y entrenador del Zaragoza, venimos mostrando nuestra solidaridad y cariño. Pero todo eso quedará aparcado durante un rato para vivir una fiesta en un terreno de juego que, por otra parte, también es especial, con dimensiones más reducidas de lo normal y una hierba artificial con bote distinto al del césped de última generación”, indica.

Así que “con el máximo respeto”, el conjunto aragonés llega a La Palma dispuesto a dar continuidad a su excelente trayectoria como visitante (solo el Almería, líder, ha sumado más puntos a domicilio en Liga) para superar la eliminatoria copera. “La historia del Zaragoza está escrita con letras de oro en la Copa. Son muchos éxitos en esta competición, así que el equipo que saldrá de inicio será muy competitivo”, anuncia el alicantino, amparado en el reparto de minutos que viene llevando a cabo entre sus futbolistas. “A excepción de Clemente, Yanis, Adrián o Javi (Ros), todos los demás vienen jugando muchos minutos en Liga, así que será un once muy competitivo y de garantías para superar la eliminatoria. También estos pueden entrar para acometer una especie de reivindicación hacia el entrenador y demostrarle que se ha confundido y que pueden aportar muchas cosas”, subraya JIM.

El objetivo está claro: acceder a la siguiente ronda y evitar un problema. Pero, para ello, su equipo deberá situar su grado de motivación, al menos, a la misma altura que el del Mensajero. “Ese grado de motivación del rival de inferior categoría triplica su valor de cara al partido y, si no lo igualas, con la calidad solo no te va a dar. Esto es fútbol y tiene esa grandeza y hemos visto muchos ejemplos de equipos pequeños que pueden con otros de superior nivel”.

Pero el Zaragoza no lo tendrá fácil. Así, al menos, lo entiende JIM, que asegura estar “en alerta” ante los numerosos escollos a solventar. “El Mensajero es un rival atípico en cuyo campo es difícil de puntuar. En casa suelen marcar goles y disponen de jugadores con llegada. Creo que dan lluvia a la hora del partido y eso puede ser bueno de cara al bote del balón”, subraya el técnico, que todavía le da vueltas a la oportunidad perdida el pasado domingo en Lezama, donde el Zaragoza no pudo ganar a pesar de jugar casi media hora con un futbolista más. “Hemos hecho un análisis rápido y llegamos a un punto de encuentro. Teníamos que habernos traído los tres puntos pero no fue así y no fuimos capaces de darle esa alegría a la gente que se desplazó”, reitera JIM, que advierte de las claves del duelo copero en la isla. “Será difícil solucionarlo pronto porque los inicios del rival suelen ser intensos y fuertes. Será un partido de ganar duelos individuales y pequeñas batallas y de estar muy atentos a las transiciones”.