Ha tenido que pasar casi toda la primera vuelta para que el Zaragoza consiga su primer tanto en un saque de esquina. Y tuvo que ser Francho Serrano el ejecutor de un lanzamiento que fue directo al pie derecho de Francés, que conectó un disparo que Yoel no pudo desviar. No fue de cabeza, pero cuenta igual en el capítulo destinado a las jugadas de estrategia, hasta ahora una herramienta que no había otorgado réditos al equipo aragonés más allá de aquel tanto en Alcorcón gracias a la pillería de Zapater y Eguaras. Entonces, el gol llegó en un saque en corto de falta, pero el córner se resistía a un Zaragoza que acumulaba más de 80 tiros desde la esquina.

Esa ineficacia ofensiva a balón parado parece, en todo caso, destinada a pasar a mejor vida. De hecho, el Zaragoza ha mejorado mucho en esta faceta en los últimos partidos, a pesar de que el gol se resistía. De hecho, ante un adversario tan peligroso en esta faceta como el Eibar, el cuadro de JIM estuvo cerca de marcar en varias jugadas a balón parado, con Francés y Jair como principales artífices

En todo caso, el balón parado no está siendo una gran amenaza en el aspecto defensivo, al menos, en las alturas, ya que el Zaragoza ha encajado cuatro tantos así, pero todos por abajo. Uno de ellos, el del Amorebieta, fue en propia puerta de Jair, en quien rebotó el balón que Brugué (Mirandés) mandó a la red. Otro fallo, de Cristian, propició el de Anderson (Fuenlabrada) y otro más, de Gámez, el del Cartagena.