El Real Zaragoza hizo oficial este miércoles la cesión de James Igbekeme al Columbus Crew de la Major Soccer League de Estados Unidos hasta diciembre de este año, es decir, lo que resta de temporada y el principio de la siguiente, que se detendrá para el Mundial de Catar entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre. El nigeriano abandona momentáneamente el club aragonés a mitad de su cuarta campaña y con más de cien partidos con la blanquilla, una cifra ya de entidad.

A sus 26 años, la carrera de James se había estancado por completo en el Real Zaragoza, adonde llegó en el verano de 2018 desde el Gil Vicente de Portugal como una de las típicas apuestas exóticas de Lalo Arantegui, por entonces el director deportivo. Su irrupción en la Segunda División fue espectacular, con un fútbol de mucho ritmo en el centro del campo, vertical, con el balón cosido al pie izquierdo. Su excelente rendimiento hizo que tuviera propuestas muy atractivas para dar el salto a Primera en julio de 2019, que la SAD rechazó. Desde entonces, su progresión se detuvo prácticamente en seco, lastrado por varias lesiones y un rendimiento que fue perdiéndose.

Ahora pone fin, por el momento, a su etapa en el Zaragoza con un préstamo con opción de compra a la MLS, nada que ver con aquellas propuestas de traspaso con unas cifras realmente interesantes que la SAD tuvo sobre la mesa. Es otro caso más de lo que pudo ser y no fue. James tocó un techo más alto que otros y el Zaragoza pudo hacer caja. No lo hizo y ha acabado desfilando por el mismo callejón trasero de La Romareda que otras apuestas de su perfil y de aquellos tiempos como Papu, Buff o Verdasca.