Su Ibiza va como un tiro desde que llegó usted.

Estamos bien, contentos. A veces, lo que funciona en un sitio no lo hace en otro, aunque sea lo mismo. Pero la realidad es que nos hemos encontrado un grupo muy bueno y receptivo, con un gran potencial y está saliendo bien.

"Hablamos con Lalo, pero necesitaba saber con qué recursos iba a contar para fichar en enero. No era el momento. Estaría encantado de entrenar algún día al Zaragoza, pero sin forzar las cosas"

¿Cuál es la fórmula del éxito?

Si la tuviera no sería entrenador. Se trata solo de trabajo, de aplicar lo que tú entiendes que puede funcionar y que necesita un equipo. Son los jugadores los responsables de que las cosas estén saliendo. Yo solo trato de que entiendan lo que quiero y mi idea de fútbol.

La ambición parece ser el nexo de unión entre el Ibiza y Paco Jémez.

Puede ser. Yo siempre he tenido claro mi deseo de crecer y el Ibiza lo está haciendo a pasos agigantados. No me lo pensé mucho cuando me propusieron coger al equipo porque, aunque acaba de dar el salto al fútbol profesional, lleva mucho tiempo haciendo las cosas muy bien desde abajo y ahora se están recogiendo los frutos.

Allí ha vuelto a coincidir con otro exzaragocista, Fernando Soriano, director deportivo del club. ¿Cómo es trabajar con él?

La verdad es que es un gusto. Estuvimos juntos en el Zaragoza y tenemos una gran relación. Es muy fácil trabajar con él y hablamos de muchas cosas. No solo tenemos un vínculo profesional, sino también personal. Un placer.

Hablarán también del Zaragoza, claro.

Pues sí. Pero no mucho porque tampoco disponemos de elementos de juicio suficientes como para emitir un diagnóstico de lo que pasa por ahí. Es lo que tiene la lejanía, aunque a veces tampoco la cercanía permite que tengas claro lo que pasa. Hablamos, sobre todo, de lo felices que fuimos allí y de lo mucho que disfrutamos jugando al fútbol con esa camiseta. Solo podemos contar batallitas como abueletes que somos.

Mira que estuvo cerca de volver el año pasado. ¿Por qué no entrenó al Zaragoza antes de que llegara JIM?

Estuvimos muy cerca, sí, a menos de dos pasos. Habíamos hablado con Lalo (antiguo director deportivo del Zaragoza), pero no era el momento.

"La clave el lunes será no dejar que el Zaragoza se encuentre cómodo, ahogarles cuando tengan la pelota y derrochar intensidad en la presión"

¿Qué no se ha contado de lo que sucedió en realidad?

No sé lo que se ha contado o no, pero le voy a decir lo que realmente pasó. Yo había hablado con Lalo, pero faltaba saber con qué recursos iba a contar en el mercado invernal. Eso fue la clave. Al día siguiente me llamó Cuartero (director general del club aragonés) para decirme que el Consejo de Administración iba a destituir a Lalo pero que si yo seguía dispuesto a venir, todo seguía vigente. Pero yo necesitaba conocer esos recursos con los que podía contar para fichar y, además, no veía coherente que se contratara a un entrenador antes que a un director deportivo. En ese sentido, creo que el Real Zaragoza hizo las cosas como se deben hacer: fichó a Torrecilla y este a JIM, como es normal. Y salió bien. Las cosas no hay que forzarlas y así se lo trasladé a Cuartero cuando decliné la propuesta.

¿Sigue convencido de que entrenará algún día al Zaragoza?

que nuestros caminos se acabarán juntando, sí. Siempre he dicho que me encantaría dirigir al Zaragoza y sigue siendo así, pero cuando sea el momento y sin forzar las cosas.

¿Se arrepintió alguna vez de haber dicho que no?

No soy de los que se arrepienten de las decisiones que toman. Decidí eso porque en ese momento consideré que era lo correcto y porque no veía claro que fuera el momento. Luego puedes pensar una cosa u otra, pero sigo creyendo que no tocaba entonces. Ojalá sí pueda darse en el futuro porque yo quiero muchísimo al Zaragoza.

¿Volvieron a por usted?

No, que yo sepa. No ha vuelto a haber contactos desde entonces.

¿Están condenados a encontrarse?

Hombre, espero que no sea una condena (ríe). Allí pasé cinco años y medio maravillosos, guardo grandes amigos y mejores recuerdos. Fui feliz en esa ciudad y en ese club, al que siempre querré muchísimo. He reído, he llorado, he disfrutado, he sufrido y he vivido una gran etapa de mi vida. Claro que me encantaría volver algún día.

¿Le duele el Zaragoza?

Como a todos los que tenemos ese club y esa ciudad en el corazón y hemos sido felices allí. Por supuesto que duele verlo en la situación en que se encuentra ahora y que su estancia en Segunda División esté siendo más larga de lo que todos creíamos, pero estoy convencido de que pronto volverá al lugar que le corresponde. Es solo cuestión de tiempo. Volverá a Primera y a ser uno de los equipos importantes de la categoría, como siempre ha sido. Del mismo modo que cuando me preguntan por otros dos equipos especiales para mí, Deportivo y Córdoba, el Zaragoza también volverá a donde le corresponde.

No parece que vaya a ser esta temporada. Anda ya demasiado lejos de la cabeza. El Ibiza, sin embargo, roza ya el ‘playoff’.

Pero alcanzar el playoff es muy difícil incluso para equipos que tienen el objetivo de estar arriba. Fíjese en el Leganés, una escuadra hecha para aspirar el ascenso y que está atravesando un momento difícil. Nosotros vamos paso a paso, con nuestro objetivo claro y la mentalidad única de ganar el próximo partido. Si el lunes somos capaces de derrotar al Zaragoza enlazaremos cuatro triunfos consecutivos, algo totalmente inesperado.

"El VAR no me gusta nada. A veces no gusta que des tu opinión claramente sobre algo, pero he dicho mil veces que no me gusta esa herramienta"

Su equipo ha marcado 13 goles en los tres últimos partidos, mientras que el Zaragoza acumula cinco sin anotar. Tremenda diferencia.

Pero los números están para hacerles un caso relativo. Nunca sabes cuánto va a durar una racha, ya sea negativa o positiva. Y el Zaragoza dispone de buenos jugadores capaces de hacer gol, así que no hay que confiarse.

¿Le preocupa alguien en especial?

El equipo, en general. Hay jugadores muy interesantes que pueden desequilibrar un partido, pero la clave es atender al bloque.

¿Ve alguna clave para el partido del lunes?

Sí, no dejarles que se encuentren cómodos, ahogarles cuando tengan la pelota y derrochar intensidad en la presión.

¿Le sigue sin gustar el VAR?

No me gusta nada. Resulta que aquí a veces no gusta que des tu opinión claramente sobre algo y yo he dicho mil veces que no me gusta esta herramienta. En absoluto.