En el último día de mercado, el Real Zaragoza redondeó su plantilla con la incorporación de Sabin Merino, delantero procedente del Leganés y que también jugó en el Deportivo y que se hizo futbolista en el Athletic. Nueve goles en la temporada 20-21 en Segunda con los madrileños son su mejor registro en el profesionalismo. Mientras, en Ibiza, su nuevo equipo se pegó una buena fiesta en la primera parte, interrupta en la segunda y terminada al estilo JIM. Eso sí, volvió a marcar después de cinco jornadas sin hacerlo. Por razones de fuerza mayor y de cuenta corriente menor, para lo último ha tenido el club que dejar lo primero, la contratación de un punta que trate de aliviar los terribles problemas para hacer gol de estos cinco meses, aunque en el encuentro en la isla no lo pareciera.

Finalmente será Sabin Merino, 30 años, firmado hasta 2025. Es el quinto delantero que ficha Miguel Torrecilla en 14 meses, después de heredar una dupla terrorífica (Toro Fernández y Haris Vuckic, cero goles en toda una Liga entre los dos), mejorar ligeramente esos números con sus apuestas, que bien sencillo era hacerlo, pero no haber dado verdaderamente en el centro de la diana con ninguno de sus fichajes para el flanco del ataque.

Los números de Alegría, Álvaro, Nano y Borja, sus cuatro contrataciones hasta Sabin, son pobres. Alegría se marchó con un gol en 15 partidos y en el Burgos ha alargado la trayectoria descendente que venía describiendo cuando llegó a La Romareda. Álvaro Giménez, pichichi del equipo en la Liga en curso, ha hecho cuatro tantos, uno cada cuatro encuentros; Nano Mesa suma dos (anota cada 458 minutos) y Borja Sainz, otros dos (uno cada 482 minutos).

Narváez no fue un fichaje de Torrecilla, pero el director deportivo puso empeño en que continuara en la plantilla en verano a pesar de los cantos de sirena que le rondaron de Primera. Esta campaña acumula dos goles (marca cada 732 minutos) y ha empeorado sus registros con respecto a la Liga 20-21, cuando celebró nueve veces y tuvo un buen rendimiento. El resumen del estado de la situación del Zaragoza podría ser este: hay 38 jugadores de Segunda que han hecho más goles que su máximo realizador.

El gol es caro si se compra a peso, algo que no puede hacer este club desde hace mucho tiempo, complicado de encontrar si se escarba en mercados más secundarios, con el riesgo de fiasco consiguiente, y difícil de dar con él si lo que se hace es apostar por jóvenes que deben explotar en el momento y el sitio justos. Sabin es la última carta de Torrecilla. Hasta el momento, todas las anteriores han sido perdedoras.