Carlos Vigaray no ha empezado aún a ejercitarse con el grupo tras su intervención en la rodilla derecha, en el cartílago de la misma, por el doctor Pedro Guillén el pasado 7 de septiembre. El futbolista madrileño del Real Zaragoza inició a primeros de diciembre pasado la segunda fase de la rehabilitación, comenzando a trabajar en la Ciudad Deportiva después de tres meses de hacerlo en solitario en un centro de fisioterapia de Getafe, aunque la previsión es no forzar al lateral derecho y, aunque lo previsto es que a estas alturas ya hubiera empezado a trabajar con el resto al menos de forma parcial, de momento no lo ha hecho.

En la primera hipótesis inicial, cuando volvió en diciembre a la Ciudad Deportiva, se dibujó hacia marzo su regreso al equipo y se dudó en si fichar un lateral en enero, algo que no se hizo. Ahora, las nuevas fechas hablan de que tenga minutos en las últimas jornadas. No se va a forzar el regreso y se va a apostar siempre por la precaución, pero la idea es que al menos juegue en los dos o tres últimos encuentros de Liga, que acaba el 29 de mayo, sobre todo por el aspecto mental del lateral madrileño y que no viva una temporada entera en blanco. Por ahí, está la meta, con la seguridad de que Vigaray va a volver a jugar. No hay necesidad de forzar ese regreso, aunque se trabaja con el objetivo de que pueda tener minutos antes de que acabe la temporada.

El jugador, de 27 años y que ha demostrado ser uno de los mejores laterales de Segunda si el físico le responde, fue operado por Guillén con una técnica consistente en un cultivo celular (entre 20 y 30 millones) que se implanta en el cartílago dañado para acelerar los procesos de recuperación y que sirven como medicamento. Vigaray, que fue sometido a una artroscopia en el menisco al inicio de la pretemporada, a principios de julio, tiene contrato con el Zaragoza hasta 2023 y esta dolencia en la rodilla ya apareció a finales de la campaña pasada.

Hay seguridad plena en que volverá a jugar y se quiere evitar un curso en blanco tras ser intervenido con una artroscopia en julio y en septiembre por el doctor Guillén en el cartílago

La intención era que, con la artroscopia del pasado mes de julio y un tratamiento conservador, intentar evitar volver a la mesa de operaciones. Sin embargo, esa tesis se quedó rota a finales de agosto, cuando el futbolista subió el nivel de los entrenamientos. Parecía que iba bien el tratamiento porque el dolor en la articulación había disminuido, pero cuando el defensa aumentó las cargas de trabajo las molestias y la hinchazón en la articulación volvieron. Así, la operación con el doctor Guillén se hizo inevitable y cualquier problema de cartílago siempre implica una larga recuperación, como así está ocurriendo en su caso.

El jugador estuvo con una lesión en esa zona de la rodilla derecha, un edema óseo tras un golpe que le tuvo nueve meses de baja entre finales de 2017 y la pretemporada de la 18-19 cuando militaba en el Alavés. 

Cincuenta partidos y hasta 2023

Su mejor temporada en el Zaragoza fue la primera, en la 19-20, aunque aun así se perdió 12 partidos por diversas lesiones musculares en el isquiotibial, que también se dieron en el comienzo del curso pasado. En total, ha disputado 50 partidos de Liga en sus casi tres años en el Zaragoza, con 24 el primer curso y 26 el segundo, donde ya no disputó en el último encuentro del campeonato, sin nada ya en juego, por esas molestias en la rodilla derecha.