La actualidad del Real Zaragoza

Alierta: "Dejo el Real Zaragoza en las mejores manos"

El propietario saliente asegura que "he hecho todo lo que he podido"

César Alierta, en su despedida del Consejo de Administración de Telefónica.

César Alierta, en su despedida del Consejo de Administración de Telefónica. / EFE / ANTONELLO NUSCA

Jorge Oto

Jorge Oto

César Alierta, el ya exmáximo accionista del Real Zaragoza, se marcha «muy contento y aliviado» tras haber culminado, al fin, su salida del club tras más de un año de negociaciones. «No es que deje el Real Zaragoza en buenas manos, es que las dejo en las mejores. Entrego el club a un grupo muy importante de personas, con una capacidad económica muy fuerte, que seguro que lo hará bien», afirma.

"Entrego el club a un grupo muy importante de personas, con una capacidad económica muy fuerte, que seguro que lo hará bien"

Alierta pone fin a su etapa al frente de la entidad con la conciencia tranquila. Ni siquiera el hecho de no haber logrado el ascenso a Primera División provoca dolor o amargura en el empresario aragonés a la hora de partir. «He hecho todo lo posible para que el Real Zaragoza no desapareciera. A ello me comprometí y así se lo prometí a mi padre cuando di el paso, y he cumplido. Me marcho con la convicción de que he hecho todo lo que he podido», apunta el expresidente de Telefónica.

Comienza una nueva era para un Real Zaragoza que Alierta abandona «sin pena» y pasa el testigo a una nueva propiedad que aportará la liquidez necesaria para, según el empresario, incrementar las opciones de regresar a Primera. «Está claro que para subir a la máxima categoría hace falta un presupuesto grande y superior al que el que hemos tenido. Y los nuevos propietarios son gente muy valiosa que lo hará bien, con el objetivo de llevar al Zaragoza de nuevo a Primera y permitirá disponer de ese presupuesto grande que se requiere para subir. Entrego la entidad a un grupo muy potente» y reitera que la elección a la hora de acometer el traspaso de poderes ha sido «muy buena».

Hace un mes, Alierta ya aseguraba a este diario que el acuerdo con el grupo inversor americano estaba «completamente cerrado, hecho». En este sentido, advertía que «se puede firmar ya todo muy pronto, porque estamos todos de acuerdo en el Consejo de Administración» y apuntaba que la opción era «la mejor» para el Real Zaragoza y descartaba definitivamente al Grupo Orlegi.

Al fin

Sin embargo, no era la primera vez que Alierta atisbaba un rápido desenlace a un proceso de venta que se ha prolongado durante más de un año. En junio del año pasado, cuando se cerró un acuerdo con el grupo Spain Football Capital, que nunca llegó a entregar el dinero, el empresario aragonés también tenía claro que sus horas como máximo accionista de la entidad estaban contadas. «Me dicen que está prácticamente hecho a falta de dos o tres puntos», afirmaba entonces en referencia a la opción encabezada por el abogado catalán Kiko Domínguez y los hermanos Álvarez del Campo, integrantes de la sociedad.  

«Tengo ganas de salir. Me metí en el Real Zaragoza porque mi padre fue presidente y, cuando me dijeron que podía desaparecer eso era algo que él no habría consentido», subrayaba Alierta, que mostraba su confianza en que el Real Zaragoza levante la cabeza. «Eso es lo más importante y lo que todos queremos», decía.

Hasta ahora, Alierta controlaba el 49% de las acciones, a su nombre y a la sociedad Prado de Altaoja y con el 1,56% que tenía su sobrino y vicepresidente, Fernando Sainz de Varanda, poseía la mayoría accionarial del club, el 50,56%. Sainz de Varanda, su también sobrino Juan Uguet y Luis Blasco eran los representantes de Alierta en el Consejo de Administración del club.

Ahora, la salida de la familia deja el club en manos del grupo inversor encabezado por el empresario americano de origen cubano Jorge Mas y completado por su hermano José, Joseph Oughourlian (máximo accionista del grupo Prisa), Gustavo Serpa (uno de los dueños del Millonarios colombiano) y los inversores Jim Carpenter y Jim Miller. 

Mientras, el grupo mexicano Orlegi, que se quedó por el camino tras haber presentado también una propuesta para hacerse con las riendas del Real Zaragoza, desistió hace semanas y su intención es encontrar acomodo en otro club español en el que depositar su inversión. 

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