El Periódico de Aragón

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La opinión de Sergio Pérez

Zapater, el futbolista de 36 años y el respeto a las leyendas

Alberto Zapater, apoyado en una portería en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza. ANGEL DE CASTRO

Alberto Zapater tiene 36 años, 37 cumplirá el próximo 13 de junio. La nueva propiedad, que nueva es aunque vaya a conservar tantas piezas de antiguo que a veces no lo parezca, le ha comunicado al capitán que quiere que forme parte de su primer proyecto deportivo y que agote su contrato, que vence en 2023.

Zapater cumplirá así su duodécima temporada con la blanquilla en dos etapas, una primera en la flor de su vida deportiva de cinco campañas con una Supercopa, un descenso y un ascenso y esta en curso, de seis años siempre en Segunda, el que viene el séptimo. Entre medias, un viaje por el Genoa italiano, el Sporting de Lisboa y el Lokomotiv de Moscú y un larguísimo calvario con las lesiones que a punto estuvo de retirarle prematuramente.

Como es natural, el nivel futbolístico y físico de Alberto Zapater hoy en día nada tiene que ver con el que maravilló cuando irrumpió en el primer equipo de la mano de Víctor Muñoz con 19 años, aquel juego brioso, enérgico y poderoso con tantos caballos como un todoterreno. El paso del tiempo, el desgaste y las lesiones le han convertido en otro tipo de centrocampista, con más limitaciones. Como consecuencia de ello, al capitán le han nacido detractores de donde apenas los tenía. Entre todo ese cóctel, hay quien lo defiende a capa y espada, a quien no le estorba su presencia, quien cree que no debería estar en la plantilla y quien piensa que no ha sabido elegir bien el momento del adiós.

Todas opiniones argumentables y con posibilidad de defensa siempre y cuando no crucen la línea que separa la educación y el respeto con la de la desconsideración y el insulto, como desgraciadamente sucede con frecuencia en este caso. Zapater es un jugador dedicado en cuerpo y alma a su profesión y al cuidado de su cuerpo. Un jugador que está lejos de la mejor versión de su carrera, pero que día a día se esfuerza por dar su máximo. Zaragocista de corazón, sueña con dejar a su equipo del alma en Primera.

Zapater ha vestido en 392 ocasiones la blanquilla, solo por detrás de Aguado y Violeta (473 ambos). Ha disputado más partidos que Manolo González, Pardeza, Casuco, Aragón, Cedrún, Reija, Belsué, Güerri, Higuera, Marcelino, Yarza, Poyet, Solana, Santos, Lapetra o Rico que, por este orden, son quienes le siguen en ese listado. Gustara o no gustara su fútbol en el cénit de su trayectoria, guste o no guste ahora, el canterano merece el mismo respeto y la misma consideración que cualquiera. Y algo más. Zapater es un símbolo, una leyenda del Real Zaragoza y a las leyendas se les venera, se les cuida y se les admira por norma, más allá de pasajes coyunturales.

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