REAL ZARAGOZA

El delantero es Gueye

El club aragonés solo se ha reforzado con un mediocentro y un extremo y se ha quedado en ataque con Gueye, Giuliano y Azón, que arrastra problemas físicos

Gueye se lamenta durante el partido ante la Ponferradina.

Gueye se lamenta durante el partido ante la Ponferradina. / JAIME GALINDO

El mercado de invierno es al fútbol lo que septiembre a los estudiantes, el momento de intentar arreglar lo que no se hizo bien en la primera oportunidad. En verano el Real Zaragoza no acertó con su apuesta como delantero titular porque Pape Gueye no solo no se ha ganado esa condición sino que, además, todavía no se ha estrenado como anotador. Para colmo, los problemas de Azón han dejado a Giuliano como único nueve en las alineaciones del equipo.

Pero en el mercado de enero no ha llegado ningún refuerzo para el frente de ataque. Se incorporaron un mediocentro, Tomás Alarcón, y un extremo in extremis, Bebé, posición que era prioritaria en el club para reforzar. Ni rastro de un delantero, la pieza siempre más cotizada. De hecho, la mayoría de clubs de Segunda División sí han incorporado un goleador en la ventana invernal. El Real Zaragoza es uno de los siete que no lo ha hecho junto a Andorra, Levante, Málaga, Mirandés, Tenerife y Ponferradina.

En cambio, los otros quince rivales sí han reforzado su delantera, la inmensa mayoría por medio de cesiones. Lo hizo el Huesca, también casi al final del mercado, con la llegada de Obeng cedido desde Oviedo. Al conjunto carballón ha llegado una de las pretensiones del Real Zaragoza, Manu Vallejo, que aunque se desenvuelve más de extremo también puede hacerlo en la punta del ataque. Vallejo también llega cedido, en este caso por el Girona.

El préstamo ha sido también la vía por la que Las Palmas se hizo con Loren Morón, procedente del Betis y también antigua aspiración zaragocista, y por la que el Alavés se ha reforzado con Asier Villalibre, procedente del Athletic y por quien asimismo preguntó Juan Carlos Cordero. Hay más casos que, como los anteriores, consisten en un refuerzo cedido por un Primera División. Es el caso del Granada, que ha logrado al israelí Shon Weissman del Real Valladolid, con opción de compra en función de los objetivos deportivos.

Jugadores libres

También lo es el de Jon Karrikaburu, el punta de la Real Sociedad que ha debutado esta temporada como jugador de la primera plantilla con dos goles en doce partidos oficiales, y ahora jugará en el Leganés. O el de Darío Poveda, ex del Huesca, que se ha unido al Cartagena prestado por el Getafe. La cesión también fue la fórmula para que del Huesca saliera Dani Escriche para jugar cedido en el Albacete hasta final de temporada, con opción de compra.

Del otro lado del Atlántico ha llegado el refuerzo del Sporting de Gijón, el chileno Ignacio Jeraldino, cedido por el Club Santos Laguna mexicano. Del corazón de Europa, del húngaro Ferencváros, ha llegado al Racing de Santander el joven croata Roko Baturina, cedido con opción de compra.

En otros casos los refuerzos han llegado con la carta de libertad. Sergio Castel se desvinculó del Ibiza y, también a última hora, se comprometió con el Burgos. Joselu ha firmado con el Lugo hasta final de temporada después de completar la recuperación de su lesión de rodilla con el club gallego desde mediados de octubre.

El Ibiza incorporó a Álex Aizpiru, Kaxe, tras haberse desvinculado del Atlético Baleares de Primera Federación. De Portugal, del FC Familicao concretamente, salió tras rescindir su contrato el zaragozano Álex Millán, que vestirá hasta final de temporada la camiseta del Villarreal B. El único acuerdo de traspaso se ha producido entre el Villarreal y el Eibar para que Juan Carlos Arana se una al conjunto armero hasta 2025.

Así que el Real Zaragoza se queda tras dos mercados completos con la misma delantera que al principio. Con Giuliano Simeone, pichichi del equipo con seis dianas, un Iván Azón que no termina de superar sus problemas musculares y un Pape Gueye que no convence, no marca, cada vez juega menos y ya se ha llevado hasta la desaprobación de una Romareda que quiere goles.

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