Real Zaragoza

Mollejo, el séptimo fichaje del Real Zaragoza

El club anuncia la incorporación del manchego, de nuevo cedido desde el Atlético. Su versatilidad refuerza un ataque al que todavía restan efectivos por llegar

Mollejo posa en La Romareda tras hacerse oficial su llegada al Zaragoza.

Mollejo posa en La Romareda tras hacerse oficial su llegada al Zaragoza. / TWITTER VÍCTOR MOLLEJO

El Real Zaragoza ha cerrado la cesión de Víctor Mollejo durante una temporada más. El Atlético de Madrid ha dado el visto bueno finalmente a la operación después de varias semanas de incertidumbre donde, incluso, el manchego no había viajado con el club madrileño en su gira por Corea y Estados Unidos para ultimar su preparación.

Mollejo ya está en Zaragoza y presenciará esta noche desde La Romareda el partido ante Millonarios. El club ha oficializado este jueves la contratación de un delantero que tiene contrato hasta 2026 con el Atlético y había rechazado dos ofertas de otros clubs de segunda, ya que su intención era continuar en la escuadra zaragocista después de un primer año también cedido como blanquillo.

El manchego es el séptimo fichaje veraniego del Real Zaragoza tras el acuerdo a tres bandas alcanzado entre el jugador, el club aragonés y el Atlético de Madrid, que cede de nuevo al atacante a la entidad blanquilla. 

Las conversaciones, incrustadas en las últimas semanas en cierta paralización ante las diferencias entre clubs acerca del porcentaje de la ficha que debía asumir cada uno, han propiciado, finalmente, un acuerdo para el que, según ha podido saber este diario, habrían cedido las tres partes. 

Deseo cumplido

Porque Mollejo, una vez que el Atlético confirmó que no entraba en sus planes para la próxima campaña, siempre dejó claro al Atlético que solo quería jugar en el Zaragoza. El manchego tenía claro su deseo de completar un segundo año a préstamo en el equipo aragonés y así se lo trasladó tanto al Atlético como a Juan Carlos Cordero, director deportivo del Real Zaragoza, que, finalmente, asumirá alrededor de 350.000 euros de la ficha del futbolista (en torno al millón de euros).

En ese sentido, el cartagenero también lleva tiempo advirtiendo que Mollejo era un objetivo prioritario y que esperaría lo que hiciera falta para volver a contar con sus servicios, si bien hace dos semanas advirtió que «tiene contrato con el Atlético y por nuestra parte no podemos avanzar más. Ya saben hasta dónde podemos llegar. El resto depende de ellos. El jugador quiere venir aquí, pero por ahora no hay ningún avance».

El jugador dice en sus redes que «es lo que yo quería»

Víctor Mollejo llevaba tiempo esperando este momento. El jugador estaba deseando cerrar cuanto ante su cesión al Real Zaragoza pero la falta de acuerdo entre clubs impedía el anuncio. Una vez resueltas las diferencias y cerrado el fichaje, el manchego celebró el desenlace en sus redes sociales con un elocuente «es lo que yo quería», respondiendo a un tuit anterior del club que rezaba «lo que él quería». El Real Zaragoza agradeció al jugador «su predisposición por volver a La Romareda».

Sin embargo, Cordero reconoció el pasado miércoles, en la presentación de Poussin, que la adquisición de un extremo era prioritaria y que el club estaba acelerando para cerrar cuanto antes la llegada de un nuevo futbolista. Y Mollejo responde al perfil que se buscaba, ya que, como quedó patente la pasada campaña, puede actuar en las dos bandas y en la punta del ataque. Es, precisamente, esa versatilidad la que pretende explotar la dirección deportiva y el cuerpo técnico para reforzar un ataque a expensas de completarse con la llegada de un extremo más puro, con capacidad de desborde y profundidad. Germán Valera, también propiedad del Atlético, está a tiro para repetir fórmula y recalar también a préstamo en La Romareda.

Mollejo llega al equipo aragonés después de ofrecer un buen rendimiento el curso pasado, en el que jugó 28 partidos (19 de ellos como titular) y logró anotar tres tantos y repartir dos asistencias. Especialmente relevante fue su contribución como delantero ante las sucesivas lesiones de Azón y el fiasco que resultó la contratación de Gueye. Junto a Giuliano Simeone, el manchego formó una delantera marcada por la presión, la velocidad, la garra y la búsqueda de espacios.

Tras la adquisición de Mollejo y el acelerón por Valera, Cordero tiene pendiente la incorporación de un central que complete la línea defensiva, al menos otro atacante y, además, dar salida a James y Manu Molina, con los que no se cuenta, así como cerrar la cesión de Marcos Baselga.