La 3ª jornada de Segunda

Una roca para soñar

El Zaragoza, líder en solitario tras tres jornadas, basa su pleno de 9 puntos en su fortaleza defensiva, ya que no ha encajado hasta el momento y tiene claro por dónde está el camino del retorno a Primera

Cristian Álvarez, muy sólido por arriba, atrapa un balón en un córner.

Cristian Álvarez, muy sólido por arriba, atrapa un balón en un córner. / María Pisaca Gámez / El Día

El Real Zaragoza ha fichado mucha pólvora en este mercado de verano (Bakis, Enrich, Manu Vallejo, Mollejo, Valera...), pero la base de su liderato, de esa posición de privilegio que solo había tenido en esta etapa en Segunda División al inicio de la 16-17, está en la roca que de momento ha consolidado en su trabajo de bloque, una fortaleza que le ha llevado a no encajar goles en estas tres jornadas, una solidez que es la que invita a soñar, porque son las defensas las que ganan campeonatos. El Zaragoza se sostuvo en el Heliodoro, donde fue inferior a su rival en muchos tramos del partido, gracias a su capacidad de sacrificio y de espíritu defensivo. Ahí está el camino, es más que evidente.

Y es que el Zaragoza todavía no ha hecho un partido redondo y sin embargo ve nueve puntos en su casillero con solo cuatro dianas. Ganó cómodamente al Villarreal B (2-0) porque puso la ventaja en el momento adecuado, cuando su rival empezaba a amenazar, supo trabajar un partido áspero ante el Valladolid (1-0) para doblegar a su rival desde la estrategia y desde ese balón parado también lograr el triunfo por la mínima en Tenerife, en la primera salida del curso, en un encuentro en el que sobre todo en el final de la primera parte y en varios tramos de la segunda, aun con superioridad, vio cómo el rival tenía las ocasiones de gol.

Cristian Álvarez ofrece su mejor versión bajo palos y recuperar la dupla entre Jair y Francés es una gran noticia después del irregular curso pasado del canterano

Sin embargo, con la portería a cero una concesión del rival, una jugada de mérito, una acción aislada... se convierten en un pasaporte a la victoria. Esta vez fue un centro medido de Bermejo en un saque de falta que Jair, en un doble remate, mandó a la red. Fue el central nacido en Portugal el mejor del partido, inexpugnable al corte y por alto, aunque todo el sistema defensivo brilló, empezando por un Cristian más que sólido en los balones aéreos, ya que el enemigo tuvo hasta 11 saques de esquina.

El Tenerife, con un 54% de posesión, remató 14 veces sobre el marco de Cristian, autor de la mejor parada del partido en un disparo de Roberto López que se envenenó tras dar en Jair, mientras que en el tramo final, con 10 el rival por la infantil expulsión de Ángel, Teto mandó un balón al palo y tuvo otro remate claro. 

El Zaragoza, sin goles de sus delanteros y sin un partido redondo, no deja de ganar, un dato que subraya la importancia de su seguridad atrás

Es obvio que el enemigo hizo más méritos que el Zaragoza, que hasta el descanso asfixió con su presión a un equipo de Fran Escribá al que también le pesó el calor en los últimos minutos, pero el triunfo fue zaragocista gracias a un engranaje defensivo en el que es una bendición ver recuperar la dupla Francés-Jair, que tan buen nivel dio a las órdenes de JIM en dos temporadas, para rebajar sus prestaciones el curso pasado por el bajón del canterano, que regresa de nuevo a su mejor nivel.

Con ese dúo, con la labor táctica de Marc Aguado en el pivote defensivo, con la sobriedad de Cristian y con el trabajo y el sacrificio grupales, con un esfuerzo defensivo que empieza desde arriba, desde Iván Azón, el Zaragoza, de repetidas alineaciones en estas tres jornadas iniciales, ha emergido con una seguridad que le ha llevado a no encajar goles en 270 minutos.

Obviamente, hay que mejorar, sobre todo en el fútbol ofensivo, y deben llegar los goles de los delanteros, porque hasta ahora todos son de segunda y tercera línea (Maikel Mesa, Francho, Francés y Jair), pero este Zaragoza ofreciendo esa sobriedad y ese espíritu de bloque tiene mucho ganado si el viento, además, sigue tan a favor como hasta el momento. Así, el equipo es líder en solitario. Y lo es porque hasta el momento es una roca para los rivales, un pasaporte que de mantenerse invita a soñar con todo en esta temporada.