Real Zaragoza

Bakis y los brotes verdes

El turco, que no ha completado un partido en casa, ofreció atisbos de mejoría en Burgos

En los seis últimos encuentros ha jugado el 27% de todos los minutos

Bakis disputa el balón con un rival durante el partido del pasado lunes en Burgos.

Bakis disputa el balón con un rival durante el partido del pasado lunes en Burgos. / CARLOS GIL-ROIG

Jorge Oto

Jorge Oto

Será que el listón estaba bajo o que hay ganas de que todo cambie cuanto antes, pero el caso es que el zaragocismo se aferra con uñas y diente al atisbo de mejoría advertido por Sinan Bakis en Burgos, donde el delantero se reencontró con sensaciones que parecían olvidadas. No fue un gran partido el suyo en El Plantío, pero esos brotes verdes respecto a sus últimas apariciones invitan a cierto optimismo.

El punta, que volvió a ser titular después de dos partidos en el banquillo, fue de menos a más durante el choque para pasar de una discreta actuación en la primera parte a una versión mejorada tras el descanso hasta que, de forma sorprendente, Escribá decidió su sustitución justo cuando más cerca de todo parecía encontrarse.

Porque, después de mucho tiempo, Bakis miró de cerca a un portero rival y al gol. Lo hizo a través de dos oportunidades, una de ellas clara. Un cabezazo al larguero tras un centro medido de Valera sumió al atacante zaragocista en una desazón que se hizo evidente hasta el final a través de los gestos de desesperación de un futbolista que sigue sin encontrarse.

Pero el turco no desesperó y siguió persiguiendo el marco contrario. Volvió a ser protagonista poco después con una jugada marca de la casa. De esas que tantas veces firmó con éxito en Andorra, donde su brillante temporada le otorgó un sitio preferente en la agenda de Cordero. Una internada desde el costado, un centro, una pelota al borde del área y un misil en ejecución. Sin embargo, esta vez no hubo diana por falta de precisión y el duro lanzamiento del zaragocista no fue letal. De hecho, ni siquiera provocó rasguños a Caro, meta del Burgos, que detuvo un intento demasiado centrado.

Pero aquellos dos destellos bastaron para advertir cierto cambio de tendencia. O, al menos, en eso confía un zaragocismo que sigue esperando a un jugador llamado a ser la referencia ofensiva del Zaragoza esta temporada.

Porque ese atisbo de mejoría en Burgos aún está por ver. Sus números hasta ahora son elocuentes: ni un solo gol en más de 700 minutos advierten del gran problema de un punta al que esa carencia provocó un notable problema de autoestima traducido en una desconexión en el campo cada vez más notoria.

Quizá el lunes sea el día. Escribá mediante, el delantero podría disfrutar ante el Oviedo de su segunda titularidad consecutiva después de que una desaparición que había dado con sus huesos en el banquillo. Y es que apenas ha habido noticias de Bakis en las últimas semanas. De hecho, en los seis últimos partidos apenas ha disputado 151 minutos, es decir, el 27% del total. A los 67 jugados en El Plantío se suman los 24 frente al Eibar y 60 más contra el Alcorcón. En los otros tres (en la Romareda ante el Mirandés y en los desplazamientos a Andorra y Gijón), el delantero ni siquiera entró en escena.

En casa, Bakis aún no ha jugado un partido completo. De hecho, solo ha estado los 90 minutos en el terreno de juego en una ocasión a lo largo de la presente temporada. Y fue hace tiempo. En concreto, en la quinta jornada, hace casi dos meses, en Cartagena (1-3), epicentro del declive del Zaragoza. Y de Bakis.