Real Zaragoza

Copa de garrafón. El Zaragoza ha caído a las primeras de cambio en 6 de sus 11 últimas participaciones

Los dos últimos fiascos acentúan el deterioro de la relación entre el equipo aragonés y su torneo sagrado

En los cuatro primeros cursos tras el último descenso también fue eliminado en su primera aparición pero ante rivales de Segunda

Mollejo se lamenta durante el partido del martes.

Mollejo se lamenta durante el partido del martes. / MOISÉS CASTELL / PRENSA2

El Periódico de Aragón

Que la participación del Real Zaragoza en la Copa del Rey sea un visto y no visto se ha convertido en una constante a lo largo de las últimas temporadas. Y es que la eliminación del conjunto aragonés en la primera ronda del torneo del KO a manos del Azteneta, de Tercera RFEF, es el segundo oprobio consecutivo después del sufrido el curso pasado ante el Diocesano, una escuadra de Segunda RFEF. 

Ambos desastres han aumentado la dimensión de la mancha que el Zaragoza ha vertido sobre un torneo sagrado que ya ha conquistado en media docena de ocasiones a lo largo de su historia. Con un año casi exacto de separación entre los dos ridículos, la humillación sufrida por el zaragocismo frente a rivales de inferior categoría ha ido a más, si bien la eliminación a las primeras de cambio se ha convertido en algo demasiado habitual.

Porque hasta en seis de las once temporadas que acumula el equipo blanquillo en Segunda tras el último descenso, la participación del Zaragoza en Copa ha sido efímera. De hecho, en las cuatro primeras (desde la 13-14 a la 16-17) tras la última caída a la categoría de plata, el equipo aragonés solo disputó un partido copero, si bien entonces el formato del torneo era diferente y el Zaragoza y el resto de equipos de Segunda accedían a la competición en segunda ronda para medirse a otra escuadra de la misma categoría. Así, el Alavés, con un gol de Viguera en el tramo final, eliminó al Zaragoza en la 13-14, mientras que el Albacete hizo lo propio un año después, también por la mínima. 

El siguiente verdugo fue el Llagostera, que, en la 15-16, se clasificó para la tercera ronda a costa de un Zaragoza que firmaba su tercera eliminación a las primeras de cambio (1-2). En esta ocasión, el sonrojo fue en La Romareda, ilusionada con el equipo de Popovic y con el ascenso como objetivo.

El festival de apariciones fugaces por la Copa del Rey se interrumpió tras la 16-17, cuando el Valladolid en una eliminatoria que también se dilucidó en tierras aragonesas (1-2). Desde entonces, el Zaragoza logró enderezar su rumbo en el torneo hasta alcanzar los octavos de final en la 19-20 con Víctor Fernández al mando. En una Romareda con sus mejores galas, el Real Madrid, que después de mucho tiempo volvía a visitar el estadio municipal, apeó a los aragoneses de la competición.

En la 21-22, con JIM en el banquillo, el Zaragoza logró llegar a dieciseisavos de final para ser eliminado por el Sevilla en otra tarde de fiesta en La Romareda. Pero ahí se acabaron las Copas de calidad para dar paso a un garrafón malo y barato que ha acabado abrasando el gaznate de la afición. Cuando todo parecía indicar que no se podía caer tan bajo después de hincar la rodilla ante un equipo de Segunda RFEF, el Zaragoza se ha superado para morder el polvo ante uno de Tercera RFEF. 

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