El cuadrado mágico del Real Zaragoza

Casualidad o no, la realidad es que al Real Zaragoza le sienta de maravilla que Marc Aguado, Francho Serrano, Toni Moya y Maikel Mesa salgan en la foto de la alineación inicial. Porque, con ellos juntos de salida, el equipo aragonés solo sabe ganar, como lo volvió a demostrar el pasado sábado ante el Leganés, sólido líder de la competición y el mejor visitante de la categoría al que el Zaragoza sometió para acabar con su mala racha y con la buena de los pepineros.

Cuatro veces han coincidido en la formación titular los componentes de esa especie de cuadrado mágico que volvió a dibujarse en una pizarra en la que todos ellos se alineaban en tareas defensivas por delante de los tres centrales dispuestos por Julio Velázquez y que, en ataque, situaba al canario como escudero de Mollejo. De nuevo, la conexión funcionó, como lo había hecho en las tres ocasiones anteriores en las que jugaron juntos de inicio, si bien entonces había otro entrenador en el banquillo y el curso acababa de comenzar.

Porque Marc, Francho, Moya y Mesa no compartían titularidad desde hace más de tres meses. Concretamente, desde la victoria lograda en Tenerife (0-1) el 26 de agosto, cuando todo iba rodado para un Zaragoza disparado en la clasificación, en la que era líder en solitario tras contar por triunfos sus primeros compromisos. El del Heliodoro Rodríguez López era el tercero del curso y el primero fuera de casa para un conjunto aragonés que repetía la misma formación inicial dispuesta por Escribá en las dos primeras citas y en la que el rombo formado por Marc en el pívote inferior, Francho a su derecha y Moya y Mesa intercambiando posiciones entre el otro costado y la mediapunta dotaba de solidez, solvencia y amenaza a un Zaragoza edificado sobre dos puntas (Azón y Bakis) y un cuarteto defensivo integrado por Gámez y Nieto en los laterales y Francés junto a Jair en el eje de la zaga.

El cuarteto se rompe

Con ellos, fueron pasando por la piedra de forma consecutiva el Villarreal B (2-0) y el Valladolid (1-0), ambos en La Romareda, y el propio Tenerife. Pero el cuarteto se separó una semana más tarde, cuando Moya se quedó en el banquillo en la visita del Eldense (2-0) para dejar su puesto en el once a Valera. 

Aunque el extremeño volvería la siguiente jornada, en Cartagena (1-3), donde el Zaragoza, pese a ganar, comenzó un declive marcado por las serias lesiones de Nieto y Francho, que había sido suplente en Cartagonova. La larga ausencia del canterano (dos meses lesionado) y el derrumbe del equipo que propició la salida del once de unos u otros, habían impedido que los cuatro volvieran a coincidir en la foto. Hasta ahora.

Lo ha hecho posible la recuperación de Francho, de vuelta ya hace varias semanas tras restablecerse por completo de la rotura muscular que le apartó del equipo durante dos meses. Precisamente, el mismo tiempo que ha pasado desde la última vez que Toni Moya había sido titular en Liga (lo fue en Copa ante el Atzeneta, verdugo de los aragoneses en la primera ronda del torneo del KO). Y es que el pacense no salía en la foto desde el pasado 8 de octubre, cuando el Zaragoza caía derrotado en casa ante el Alcorcón (0-2). Era la octava jornada de un curso en el que Moya tan sólo ha formado parte de la alineación titular en la mitad (9) de las 18 jornadas disputadas hasta la fecha. La última de ellas, el pasado sábado frente al Leganés, rival frente al que regresó un cuarteto que, de momento, ha otorgado un rédito extraordinario a un Zaragoza que lo ha ganado todo cuando los cuatro han coincidido en un once del que ha salido Jaume Grau.

Y todo apunta a que volverán a hacerlo el viernes frente al Espanyol ejerciendo de nuevo en la zona ancha de un equipo llamado a continuar edificado sobre tres centrales y en el que dos canteranos (Marc y Francho) y dos fichajes (Mesa y Moya) vuelven a cabalgar juntos.