Real Zaragoza

El Real Zaragoza lleva once meses sin remontar un partido

El equipo aragonés no levanta un marcador adverso desde el 14 de enero en Villarreal

Ha perdido 17 de los 24 últimos duelos en los que ha ido a remolque entre esta campaña y la anterior

Los jugadores del Real Zaragoza acuden a agradecer el apoyo de la afición desplazada a Cornellá al término del partido del pasado viernes.

Los jugadores del Real Zaragoza acuden a agradecer el apoyo de la afición desplazada a Cornellá al término del partido del pasado viernes. / REAL ZARAGOZA

Jorge Oto

Jorge Oto

Remontar un partido lleva tiempo siendo una quimera para un Real Zaragoza que acumula ya once meses sin levantar del todo un marcador adverso. La última vez que lo hizo fue el 14 de enero, cuando fue capaz de sobreponerse a dos goles del Villarreal B en la primera parte para acabar ganando 2-3 merced a una gran reacción tras el descanso. Desde aquella jornada 23 de la pasada campaña, el conjunto aragonés no ha vuelto a culminar una remontada, aunque el pasado viernes estuvo cerca de lograrlo en Cornellá, donde Manu Vallejo igualó el tanto de Edu Expósito y Enrich y Bermejo gozaron de una gran oportunidad para hacer el segundo y, por consiguiente, sellar una remontada imposible desde hace cerca de un año.

Porque, de hecho, cada vez que el Zaragoza encaja primero, la derrota se puede dar casi por segura. Así ha pasado en 17 de los últimos 24 encuentros en los que los aragoneses fueron a remolque entre esta campaña y toda la anterior. En la actual, el balance es desolador con apenas dos empates y seis derrotas en los ocho encuentros en los que comenzó perdiendo. Solo en casa ante el Racing (1-1) y en Cornellá, el Zaragoza fue capaz de sumar. En Ferrol (1-0), Elche (2-0), Albacete (1-0) y en La Romareda frente a Mirandés (0-1), Alcorcón (0-2) y Huesca (0-2), encajar primero siempre fue sinónimo de derrota final.

La dinámica se mantiene respecto al curso pasado, cuando la escuadra blanquilla mostró excesivas dificultades para recuperarse de un mazazo. De los 16 choques que empezó perdiendo, el Zaragoza hincó la rodilla en 11, sumó tres empates (1-1 en Valencia ante el Levante y en Huesca y mismo resultado en casa frente al Málaga) y solo ganó dos: el referido en Villarreal y cinco jornadas antes en casa frente al Ibiza (2-1). 

En total, en casi temporada y media, el Zaragoza suma dos victorias, cinco empates y 17 derrotas en los 24 duelos en los que ha ido a remolque, lo que se traduce en apenas 11 puntos conseguidos sobre 72 (15%), lo que advierte de una casi inexistente capacidad de reacción como consecuencia, principalmente, de una fragilidad anímica que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo.

Casi una utopía

Remontar, pues, es casi una utopía para un equipo que, además, sí ha sufrido en sus carnes cómo el rival levantaba un marcador adverso después de que los blanquillos se hubiesen adelantado. Así sucedió en casa ante el Eibar, que remontó un 2-0 para acabar imponiéndose (2-3) en un recital de imprudencias y fallos garrafales de los aragoneses en una segunda parte para olvidar. Y eso que no era la primera vez que el Zaragoza dilapidaba una ventaja de dos goles porque ya lo había hecho previamente en Gijón, donde, a pesar de llegar al minuto 85 con un 0-2 en el luminoso, dos errores defensivos (sobre todo uno garrafal de Poussin en el último instante) propiciaron el empate final del cuadro asturiano (2-2).

En cualquier caso, marcar primero suele ser una gran noticia para un Zaragoza que, salvo la derrota en casa frente al Eibar y los empates cedidos en el último suspiro tanto en Gijón como en Burgos (1-1), siempre ha conseguido la victoria cuando ha dado primero. Así pasó durante la racha triunfal del comienzo de curso con el pleno ante Villarreal B (2-0), Valladolid (1-0), Tenerife (0-1), Eldense (2-0) y Cartagena (1-3). Pero también sucedió lo mismo en Andorra (0-1) y en el primer partido de Velázquez (1-0 contra el Leganés).

Así que el Zaragoza suele ganar cuando se adelanta en el marcador y perder cuando es el rival el que lo hace. La tónica, habitual en Segunda, advierte de la relevancia de tomar ventaja pero la aguda crisis en la que se vio inmerso el equipo aragonés también cuestionó esta teoría. Porque el Zaragoza no ganaba a nadie, ni con dos tantos de renta. 

Ahora, Velázquez afronta el reto de cambiar también esta tendencia. De momento, en Albacete, donde el rival marcó al final, apenas tuvo tiempo para inculcar a sus futbolistas la capacidad de reacción que sí mostraron, aunque ayudados por la expulsión del local Calero. en tierras catalanas cuando el Espanyol hizo el 1-0.

El Amorebieta,con nuevo entrenador e inmerso de lleno en la lucha por la permanencia, será el siguiente desafío para un equipo blanquillo consciente de que todo es más fácil cuando es el primero en hacer daño. Si es al revés, en cambio, sufre horrores.