La 28ªjornada de Segunda

El Villarreal, una cantera con mucho músculo

Una extensa red de ojeadores, la fortaleza económica y sus instalaciones son las bases del éxito del submarino, que ha captado a varias de las promesas del Real Zaragoza en los últimos tiempos

Manu Morlanes, Álex Millán, Sigu, Ramiro Mayor, Comeras o el más reciente Erik Peralta son algunos de los casos que ha vivido la entidad zaragocista, mientras que otros jugadores como Valera o Vaquero han pasado también por esa cantera

Es el único club español que tiene un filial en el fútbol profesional, donde la mayoría de jugadores llegan procedentes de otros equipos

Manu Morlanes, de pie, celebra junto a Pedraza un gol con el Villarreal

Manu Morlanes, de pie, celebra junto a Pedraza un gol con el Villarreal / BELLIDO / MEDITERRÁNEO

El único equipo español que tiene representación de su filial en el fútbol profesional es el Villarreal, desde el verano de 2022 y actualmente luchando por evitar el descenso, que ahora abre con sus 29 puntos. El dato no es baladí y refleja el peso de esa apuesta que Fernando Roig, padre e hijo, y José Manuel Llaneza, ya fallecido, tuvieron muy clara desde su desembarco en la entidad. Lo que para ojos de otros clubs, empezando por el Real Zaragoza, es un expolio para su cantera, en el Villarreal es el trabajo y el esfuerzo económico para crear una estructura que es la envidia del resto de España. Desde la Ciudad Deportiva zaragocista se han ido muchos jugadores con ese rumbo, desde Ramiro Mayor en 2012 junto con Manu Morlanes, Javi Comeras, Álex Millán, Sigu Ceesay o el más reciente Erik Peralta, en junio pasado, eso solo citando a los más destacados, atraídos por el proyecto del submarino.

Un vistazo al filial del Villarreal permite tener una visión muy clara. Entre los 13 futbolistas que más juegan, solo Carlo Adriano, que es de esa población, de solo 50.000 habitantes, Ontiveros, fichado para el primer equipo desde el Málaga en 2019 por 7'5 millones, y Lekovic cedido por el Estrella Roja, no son productos de su extensa red de ojeadores, que solo en España y en el fútbol base está cercana a la treintena de miembros. El portero Iker Álvarez llegó en juveniles de la Gimnástica de Manresa, Lanchi en esa edad y desde el Cádiz, lo mismo que el goleador Álex Forés, desde el Real Madrid, o Carlos Romero, que ya ha pisado el primer equipo y que lo hizo desde el Torre Levante. Desde infantiles lo hicieron Collado (Ciudad de Granada) y Rodri (Castellón), mientras que Tasende dio el salto desde cadetes del Bergantiños, lo mismo que Jorge Pascual, desde el Almería, y Espigares, desde el Granada. Del Moral ya había jugado en el Córdoba cuando fichó para el filial.

Álex Millán celebra un gol con la camiseta del Villarreal B.

Álex Millán, tras marcar con la camiseta del Villarreal B. / UTIEL / MEDITERRÁNEO

Y luego está la historia reciente, de jugadores que han brillado o brillan, en mayor o menor medida, en el Villarreal, como Samu Chukwuece (Nigeria) o Nicolas Jackson (Gambia), que ya no están, como tampoco Fer Niño, que llegó desde el Cádiz, el mismo Manu Morlanes, por el que el club castellonense sacó 4 millones de euros del Mallorca, pero sí Álex Baena (Almería), Yeremy Pino (Las Palmas), Ilias Akhomach (Barcelona), o, mucho antes que ellos, Gerard Moreno (Badalona), por citar solo algunos ejemplos.

Morlanes y Álex Millán

El primer episodio que vivió el Zaragoza fue el de Ramiro Mayor, que ya había debutado en el primer equipo cuando se fue al Villarreal B en 2012 para jugar en Segunda B (ahora milita en el Unionistas), aunque de ese año es el capítulo más doloroso, con la marcha de Manu Morlanes, de inicios en el Oliver, club convenido con el submarino y gran irrupción en la cantera zaragocista y con solo 13 años. En la operación de su salida, el Zaragoza logró el fichaje, luego intrascendente, de Lucas Porcar, y se quedó algún derecho futuro, una opción de compra, que quedó anulada en la operación conjunta del traspaso de Álex Millán, campeón de España cadete en 2016 y que firmó sin habr cumplido 17 años. Esas dos negociaciones supusieron 500.000 euros a las arcas del club y Morlanes ya es del Mallorca desde junio pasado tras llegar antes cedido y después de 45 partidos en el submarino, mientras que Álex Millán jugó dos encuentros oficiales con el Villarreal, del que se desligó tras varias cesiones (Cercle Brugge, Saint Gilloise o Famalicao) en junio para firmar dos años en el Oviedo y ahora estar en el tramo final de la recuperación de una grave lesión de rodilla.

Menos suerte tuvo el medio Javi Comeras, que con 13 años se marchó en 2014 a esa cantera, en la que estuvo ocho temporadas para regresar cedido al Teruel y ahora militar en el Brea, mientras que en 2020 el prometedor defensa Sigu Ceesay se marchó al Villarreal y ahora está en el Cadete A. El caso más recientes es el máximo goleador del Alevín A, el delantero Erik Peralta, que en junio y con 11 años puso rumbo a ese club.

Germán Valera, en la cantera del Villarreal.

Germán Valera, en la cantera del Villarreal. / MEDITERRÁNEO

Además, Alberto Vaquero permaneció una temporada en esa cantera (2015-1), por el convenio con el Oliver y a ese club regresó para después dar el sato al Zaragoza, mientras que Germán Valera estuvo desde alevines a juveniles como jugador groguet, pero entonces lo fichó el Atlético, que le ha ido cediendo a varios equipos, en esta temporada al Zaragoza.

Las claves del éxito del Villarreal están en su red de ojeadores, además del potencial económico, y en sus instalaciones, tanto en la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza como en la completa residencia, donde hay un extenso equipo de tutores, psicólogos y maestros, y en los convenios con el Instituto Miralcamp y la Universidad de Castellón para asegurar una buena formación futbolística, que no todos aguantan, porque no son pocos los que regresan pronto, como le sucedió a Vaquero, y académica.