El gol salvador de Enrich y el gran lío de la carrera de Víctor Fernández

Es sólo un punto, pero un punto de un valor fundamental. El Real Zaragoza desaprovechó una oportunidad única. Ganar era la salvación matemática, pero empató... y gracias. A falta de dos jornadas, cuenta con tres de renta con el descenso, pendiente de jugar en Santander y de recibir al Albacete. Víctor suma 10 de 30 posibles y tiene por resolver el gran lío de su carrera deportiva: salvar al Zaragoza, que se le ha caído lentamente, como sea.

Víctor Fernández aplaude a sus jugadores desde la banda de La Romareda ante el Racing de Ferrol.

Víctor Fernández aplaude a sus jugadores desde la banda de La Romareda ante el Racing de Ferrol. / JAIME GALINDO

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Cuando llegó de vuelta al equipo, allá por el mes de marzo, el Real Zaragoza venía cayendo en picado. Después de dos meses bastante aceptables con Julio Velázquez, que los hubo, el equipo se le escapó totalmente de las manos como antes se le había escurrido a Fran Escribá. En una solución que hasta entonces había evitado en estas dos temporadas con la actual propiedad al frente, la SAD llamó a la puerta de Víctor Fernández buscando un doble objetivo: calmar a la masa social, que había dado señales de alta crispación en Villarreal y en la propia Romareda, y buscar un revulsivo desde el punto de vista deportivo.

Lo primero lo consiguió de manera instantánea y ha perdurado en el tiempo. El entrenador aragonés es una muralla contra las protestas y la crítica, silenciada por el enorme respeto a su figura o por su sola presencia. Para lo segundo no ha funcionado. El balance de Víctor en esta cuarta etapa en el banquillo es realmente malo: 10 puntos de 30 posibles, un bagaje que hubiera puesto contra las cuerdas a cualquier otro técnico. Ante el Racing de Ferrol, el Real Zaragoza desaprovechó una oportunidad única. Ganar era la salvación. Sumó un empate que supo a gloria gracias a un tanto fundamental y salvador de Enrich en el descuento cuando todo parecía perdido. Liso, otra vez el más peligroso e incisivo, había adelantado al equipo en el minuto 3 y Álvaro Giménez le había dado la vuelta al marcador con dos goles de enorme clase en la segunda parte.

Fernández recogió el equipo con 37 puntos, siete por encima de la zona de descenso, y lo tiene a tres cuando sólo faltan dos jornadas para el final de la Liga (viaje a Santander, Albacete en casa para cerrar el campeonato). Es decir, el Real Zaragoza se ha precipitado lentamente mientras varios de sus rivales por la permanencia han resurgido de manera llamativa, al calor también de varios cambios de entrenador.

Víctor está ante el gran lío de su carrera deportiva. El riesgo de descenso está ahí, no ha desaparecido. Esa es la realidad. Por fortuna, el equipo continúa dependiendo de sí mismo. Con 49 puntos, la permanencia está asegurada a día de hoy, quizá y seguramente con menos con el paso del tiempo. La tendencia es regresiva y negativa, pero aún hay dos balas a favor. El trabajo del técnico es de máxima importancia histórica: hacer lo que sea para salvar al Real Zaragoza.