Cada año se producen en España entre 200 y 400 casos de micetismos o intoxicaciones por setas. Las intoxicaciones producidas por las setas es un capítulo pendiente en todos los servicios de urgencias sanitarios, porque el hecho de que sea de carácter estacional implica que no se tenga presente en muchos casos y además la popularización de la recolecta campestre como actividad lúdica agrava el aumento de incidencias.

Esto se traduce en fallecimientos que podrían ser evitables con un diagnóstico precoz. Ahora bien, aunque hay que tomar todas las precauciones necesarias y seguir unas normas básicas de sentido común, podemos seguir comiendo estos productos con tranquilidad y seguir disfrutando de uno de los alimentos con mejores propiedades para el cuerpo humano.

Consumir con tranquilidad

Podemos estar tranquilos, comprar en comercios de confianza y disfrutar de estos alimentos con tranquilidad, simplemente y como precaución, debemos informarnos de sus peligros para evitar consecuencias desagradables. Dentro del mundo de la gastronomía, el uso de las setas está valorado como uno de los mejores manjares y son consideradas alimentos con altas propiedades para el ser humano.

Todo el mundo habla de setas con cierta familiaridad, pero ¿sabemos realmente qué son?

Conocer bien las setas

Existen diferentes variedades de especies; muchas son comestibles, algunas son mortales, y otras tóxicas. También se pueden encontrar especies como las ‘colmenillas’, que son setas comestibles aunque no se pueden consumir en crudo por su gran toxicidad. Contienen hemolisinas termolábiles (TLH), proteínas que rompen las membranas celulares de eritrocitos, leucocitos y plaquetas, y que se alteran o descomponen por acción del calor. Este tipo de setas ha sido la causante de intoxicaciones graves en nuestro país, mortales en alguna ocasión.

Si son frescas, primero deben secarse, después rehidratarse (desechando el agua) y a continuación cocinarse unos 30 minutos a una temperatura entre 70 y 90 grados centígrado. Posteriormente, filtrarlas y eliminar toda el agua restante.

En España, se producen cada año unas 30 muertes y más de 200 intoxicaciones por la ingesta de setas. Revisando la cantidad de catálogos y atlas sobre setas tóxicas del mundo pueden clasificarse como peligrosas entre 50 y 70. De éstas, una decena se considera letal por su capacidad de provocar daño hepático irreversible, según el Servicio de Información Toxicológica (SIT).

El proceso, en ocasiones irreversible, que desencadena su ingesta en determinados órganos depende de las sustancias que contengan las setas. Uno de los más afectados es el riñón, pero también pueden ocasionar trastornos digestivos y nerviosos, destrucción de los glóbulos rojos, confusión, visiones irreales o taquicardias, entre otros síntomas. Aunque cada tipo de toxina puede desencadenar un cuadro específico, hay una sintomatología común que permite reconocer una intoxicación por setas: vómitos, diarrea, dolor abdominal, dificultad para respirar, alteración cardíaca.

Es indispensable conocer las especies letales sin fiarse únicamente de la práctica porque algunas pueden parecerse a las comestibles y solo diferenciarse en las esporas.

Las setas más peligrosas que se pueden encontrar en España