Salud y bienestar

La importancia de controlar los niveles de azúcar en sangre

Casi la mitad de las personas que viven con diabetes en España no está diagnosticadas. Cuando la diabetes no se detecta o no se trata adecuadamente puede causar complicaciones graves y potencialmente mortales, como un infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular o insuficiencia renal

Charles Best y Frederick Banting, los descubridores de la insulina.

Charles Best y Frederick Banting, los descubridores de la insulina.

Doctor Víctor Vidal, inspector médico del INSS

La insulina es una hormona natural que se produce en el páncreas por parte de las células beta de los islotes de Langerhans. La insulina sirve para que la glucosa que entra a la sangre, a través de la alimentación, sea transportada a las células y empleada para la producción de energía.

Los problemas en la secreción de la insulina suceden en fases avanzadas de la enfermedad. La DM2 es una enfermedad progresiva en la que en una primera fase se produce resistencia a la insulina en los órganos diana, compensada mediante aumento en la secreción de insulina (hiperinsulinemia). La incapacidad de las células beta para mantener un alto grado de secreción de insulina produce intolerancia a la glucosa y finalmente diabetes.

Las personas con diabetes cuentan con niveles elevados de glucosa en sangre debido a sus problemas con la producción de insulina. En el caso de las personas que tienen diabetes tipo 1, su páncreas no produce nada de insulina debido a una reacción del sistema inmunológico contra las células encargadas de su producción.

Por su parte, las personas con diabetes tipo 2 producen insulina de forma insuficiente, o la que genera su organismo no funciona de manera correcta. Esto se debe a una serie de factores genéticos y metabólicos, en combinación con una serie de factores de riesgo, relacionados en su mayor parte con hábitos de vida sobre alimentación y/o actividad física.

En el caso de la diabetes gestacional, las mujeres embarazadas presentan unos niveles de glucosa en sangre superiores a los normales, debido a que su páncreas no puede producir la suficiente cantidad de insulina necesaria durante el embarazo. Esto se debe a que las hormonas de la placenta, encargada de alimentar al bebé, ejercen un bloqueo sobre la acción de la insulina en la mujer embarazada, lo que se conoce como resistencia a la insulina.

Función de la insulina

Su principal papel es transportar la glucosa que entra en el organismo a las células para ser convertida en energía mediante el proceso de glucólisis. Además, se almacena en el hígado y en los músculos en forma de glucógeno. Estas reservas de glucosa en el hígado serán empleadas por el organismo en caso de necesidad para mantener estables los niveles de glucosa en sangre.

En las personas con diabetes, el organismo descompone los hidratos de carbono de los alimentos y bebidas que ingieren y los convierte en glucosa. El problema es que, cuando esta llega al torrente sanguíneo, no hay insulina o la hay en cantidad insuficiente para trasladarla a las células y convertirla en energía. Como consecuencia de esto, la glucosa se acumula en la sangre.

Así funciona la insulina.

Así funciona la insulina.

Las personas con diabetes tipo 1, al no producir insulina, deberán inyectarse ésta a diario, varias veces, para mantener unos niveles estables de azúcar en sangre y evitar la hiperglucemia o episodios de hiperglucemia. Asimismo, en determinados casos, también podrá indicarse la inyección de insulina en pacientes con diabetes tipo 2 y en mujeres embarazadas diagnosticadas con diabetes gestacional, cuando la modificación del estilo de vida en cuanto a alimentación y ejercicio físico no funcione o no resulten efectivos los antidiabéticos orales o inyectables no insulínicos (las guías de tratamiento los sitúan antes del uso de insulina en pacientes con DM2).

Actuación de la insulina

La insulina permite mantener estables los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo. De ahí que de alguna forma la relación entre insulina y glucosa sea inversa, es decir, a mayor producción de insulina, menores niveles de glucosa en sangre. Por su parte, unos niveles elevados de glucosa en sangre son debidos a una insuficiente o escasez de insulina en el organismo. En este sentido,la insulina inyectada es un tratamiento antidiabético efectivoque permite mantener los niveles de glucemia y de hemoglobina glicosilada (HbA1c) y asegurar un buen control de la diabetes mediante la consecución de un valor adecuado de hemoglobina glucosilada o glicada. 

La insulina que se inyecta es en forma de insulina humana o en forma de análogos de insulina. La insulina humana reproduce la estructura de la insulina humana. Por su parte, los análogos de insulina modifican su estructura molecular mediante la alteración de la secuencia de aminoácidos. En cuanto a la vía de administración, la insulina la insulina se administra por vía subcutánea mediante jeringa, pluma o bomba, por vía oral el organismo la destruiría.

La dieta

La dieta y la insulina guardan una relación directa en las personas con diabetes, pues la alimentación que sigan influirá en el mantenimiento de los niveles adecuados de glucosa en sangre y, por tanto, en las necesidades insulínicas. Por ello, las personas con diabetes deben procurar seguir una alimentación saludable, equilibrada, sin evitar ningún nutriente y tomando los alimentos en las cantidades adecuadas para asegurar un buen control de su patología. 

La alimentación y los hábitos alimenticios de cada persona que padezca diabetes serán tenidos en cuenta a la hora de ajustar las dosis de insulina.