Cuando la uña del pie está en peligro

Las uñas encarnadas pueden dar lugar a una lesión dolorosa, donde la principal complicación es la infección. Por lo tanto, las personas con onicocriptosis o uña encarnada deben ser evaluadas con prontitud y determinar el tratamiento que se debe realizar

Imagen de un médico curando una uña encarnada

Imagen de un médico curando una uña encarnada / Shutterstock

Los principales factores a evaluar son aspectos tales como: la intensidad del dolor, la inflamación del dedo, el tipo de infección presente y su gravedad. Sobre todo, se debe determinar si la onicocriptosis tiene alguna relación con el Síndrome del Pie Diabético. Ya que, en los casos de pacientes diabéticos, esto puede dar origen a una complicación mucho más grave.

Lo peculiar de una uña encarnada, es que todo comienza con una astilla de uña, la cual empieza a crecer en el tejido subcutáneo. Con el tiempo, al no prestarle el debido cuidado, esto genera una inflamación aguda, y es probable también que se presente una infección (paroniquia).

La uña encarnada, por regla general, suele producirse en el primer dedo del pie, aunque también se puede dar en los demás. Además, debemos de tener claro que si presenta inflamación, enrojecimiento, dolor y supuración, puede significar que existe una infección.

Cómo se produce

Esta afección se produce cuando el borde de una uña del pie se entierra en la piel del dedo y provoca inflamación y dolor. Pese a que al principio puede parecer una dolencia que podemos tratar en casa, la uña encarnada desencadena graves consecuencias si no se trata adecuadamente, por ello siempre es recomendable acudir al podólogo cuanto antes.

Una uña encarnada, pese a que, a priori, es una simple afección externa, en numerosas ocasiones deriva en infecciones importantes. La presión que ejerce la uña termina rompiendo la piel del dedo, dejándola expuesta a bacterias y otros microorganismos que pueden ocasionar dichas infecciones y que, en los casos más graves, requieren de una intervención quirúrgica para ser curadas.

Síntomas de una uña encarnada

Síntomas de una uña encarnada

Las principales causas

Entre las causas que pueden originar las uñas encarnadas se pueden destacar las siguientes.

Factores de riesgo

La onicocriptosis o uña encarnada se transmite de forma genética. Por ejemplo, existen formas de uñas, como las uñas en forma de teja o las abarquilladas, que son más propicias para el desarrollo de esta dolencia.

Uso de calzado inadecuado

Esto es el uso de zapatos muy estrechos y ajustados, que pueden empujar la uña y enterrarla en la piel, el uso de tacones a diario, etc.

Traumatismos en el pie

Los golpes en el pie pueden generar deformaciones en la uña o enterrarla en la piel de los dedos.

Uñas en malas condiciones

Es muy importante el cuidado diario de las uñas ya que las infecciones fúngicas también pueden derivar en uñas encarnadas.

Cortarse mal las uñas

En ocasiones las uñas cortadas de forma irregular o las uñas demasiado cortas pueden provocar que la piel comience a crecer sobre ella.

Etapas de la uña encarnada

Etapa 1

La onicocriptosis se presenta en forma leve. Por lo tanto, el borde de la uña se encuentra levemente irritada o inflamada. No hay signos reales de infección. Se produce un enrojecimiento del dedo (eritema). En el extremo del dedo se presenta una leve hinchazón (edema).Se puede sentir dolor al tacto (piel sensible al tacto). No hay secreción o pus que drene desde el sitio de la uña encarnada.

Etapa 2

La segunda etapa está representada por una infección del borde de la uña con la presencia de pus. El dedo se torna cada vez más rojo, hinchado y el dolor ha aumentado. Puede haber en el área, pus que drena de color blanco o amarillo. La infección puede haberse desarrollado.

Etapa 3

La etapa 3 representa una recurrencia de la onicocriptosis. Por lo tanto, tiene las mismas características que la etapa 2. Los síntomas se pueden incrementar, hay más dolor, enrojecimiento e hinchazón. En el área hinchada hay secreción o pus. Se presenta una hipertrofia lateral del pliegue ungueal, es decir, un sobrecrecimiento del tejido de la piel alrededor del dedo afectado. La infección es más grave y se puede presentar con fiebre.

Etapa 4

En esta etapa la onicocriptosis infectada incluye además una onicólisis parcial (separación parcial de la uña del lecho ungueal) en uno de los bordes de la uña.

Etapa 5

Esta etapa se presenta la onicocriptosis infecciosa con onicólisis parcial o completa (separación total de la uña del lecho ungueal). Así pues, las etapas 4 y 5 representan los tipos más severos de onicocriptosis.

El tratamiento

El tratamiento de la uña encarnada varía en función de la fase en la que se encuentre la dolencia y el nivel de afección que haya provocado en el dedo. Las fases por las que pasa el tratamiento de una uña encarnada pueden resumirse en las siguientes

Retirar la espícula

Se llama así al tramo de uña encarnada. Si existe infección y sensibilidad en la zona, además de desinfectarla, el tramo de uña encarnada se retira (con anestesia local si fuera preciso). Además, posteriormente se hace un seguimiento del crecimiento de la uña para evitar que se vuelva a encarnar.

Cirugía de fenol

La cirugía se realiza en casos repetitivos, es decir, cuando la uña vuelve a crecer afectada tras el tratamiento. Consiste en extraer el lateral afectado hasta la raíz y aplicar un producto para evitar que vuelva a crecer.