PODOLOGÍA

Astillas, cristales o pelos de mascota: ¿Qué hago si me clavo un "cuerpo extraño" en los pies?

Hay que olvidarse de las típicas pinzas de depilar para convertir un problema de salud en una cuestión doméstica, porque no lo es. Y menos en los diabéticos, que deben explorarse a diario

Astillas, cristales o pelos de mascota: ¿Qué hago si me los clavo en los pies?

Astillas, cristales o pelos de mascota: ¿Qué hago si me los clavo en los pies?

Hace mucho calor y como consecuencia reducimos al mínimo la superficie de piel u otros materiales que cubren los pies. Así quedan desprotegidos frente a distintas agresiones externas como bacterias, hongos, golpes, heridas y lo que los podólogos del Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) denominan como ‘cuerpos extraños’

Y como explica Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV.

  • “Podemos definir como ‘cuerpo extraño’ a cualquier elemento que entra en nuestro cuerpo por alguna de las vías naturales, ya sea la piel o cualquier orificio, y que impide el correcto funcionamiento del órgano, lo que puede llegar a generar distintos daños”.

Y aunque parezca un asunto menor, lo cierto es que las consultas de los podólogos reciben a muchos pacientes que sufren molestias o dolor, a causa de estos elementos extraños clavados en sus miembros inferiores. 

Las heridas en los pies no son un problema doméstico, y menos para los diabéticos

Las heridas en los pies no son un problema doméstico, y menos para los diabéticos / Foto de Billie en Unsplash

¿Cuáles son los "cuerpos extraños más frecuentes"?

Lo más habitual es que se trate de objetos punzantes que se quedan clavados en la piel, generalmente en las plantas del pie.

Los más habituales que se encuentran los podólogos en sus consultas son:

  • Pequeñas astillas.
  • Espinas o pinchos de cactus.
  • Cristales.
  • Pelos de animal.

“Evidentemente, el verano es la época en la que más se dan estos casos porque pasamos más tiempo descalzos y cuando utilizamos calzado éste no protege completamente el pie, como sucede con el calzado de invierno”, señala Jorge Escoto.

¿Cómo saber si tenemos un ‘cuerpo extraño’ clavado en el pie?

Hay ocasiones en las que una molestia puede hacernos pensar que nos hemos cortado o simplemente pinchado con algo.

Para saber si esa espina o ese cristal sigue dentro de la piel, lo esencial es:

  • Detectar si se produce un dolor al tocar la zona. Los podólogos indican que normal es notar que hay algo al presionar la zona, aunque no pueda verse. 
  • También se puede producir el enrojecimiento de la zona, infección o, incluso, sangrar. Esto va a depender del tipo de objeto que se haya clavado. 

“En caso de padecer estos síntomas es imprescindible acudir al podólogo porque dispone de la iluminación, los conocimientos y los instrumentales necesarios para la extracción del mismo, sea de la naturaleza que sea.

El podólogo es el profesional especializado para que se realice correctamente la extracción del cuerpo extraño, sin dañar el resto de tejidos colindantes”. 

Los especialistas recomiendan no manipular las lesiones en casa.

Los especialistas recomiendan no manipular las lesiones en casa.

No debemos manipular estas lesiones en casa

Los expertos insisten en que por mucho que muchas personas lo intenten solucionar por su cuenta, este tipo de lesiones no se deben manipular en casa. Y como explica el podólogo:

  • “Por más que lo piensen, no es un problema doméstico que cualquiera puede solucionar sin problema, y la consecuencia es que luego, en la consulta, observamos problemas muy agravados precisamente por esto".
  • "El caso puede llegar a extremos muy complejos como es el caso de personas con diabetes que, además, presentan muchas dificultades para cicatrizar y pueden generar úlceras”.

Y es que a veces resulta tan complicado extraer esa astilla o ese cristal que, en la propia consulta el especialista necesita recurrir a la exploración de la zona con una ecografía de la zona o una radiografía convencional. 

Una vez extraído el elemento punzante, es posible que el podólogo paute, si se precisa, algún tratamiento farmacológico (como en los casos en los que hay infección) y que sea necesario realizar un control de la lesión. 

Andar descalzo tiene sus riesgos

Andar descalzo tiene sus riesgos

Qué no debemos hacer ante un posible ‘cuerpo extraño’

Aunque es cierto que este tipo de lesiones son muy pequeñas y no suelen revestir ninguna gravedad, creer que somos capaces de tratarlas en casa puede complicar las cosas.

Por eso, los podólogos valencianos indican todo lo que NO debemos hacer en casa si algo se clava en los pies: 

  1. Lo primero es no presionar la zona, así lo único que podemos conseguir es que el cuerpo extraño ahonde mucho más la piel. 
  2. Nunca se debe intentar extraer el cuerpo extraño con las uñas de las manos. Además de muy complicado, podemos erosionar más la zona. 
  3. No pornernos a ello con las típicas pinzas de depilar porque es posible que lleguemos a atrapar en ellas el ‘cuerpo extraño’, pero el problema es que al hacerlo podemos apretar en exceso, cosa muy habitual sin conocimientos sanitarios, y partir la astilla, el pelo o el cristal, lo que hará más difícil su extracción posterior por parte de un profesional sanitario. 

Especial cuidado en los diabeticos

“Los pacientes con diabetes deben de prestar especial cuidado y atención con este tipo de lesiones puesto que en muchas ocasiones se pueden pinchar con algún cuerpo extraño y no tener la sensibilidad en el pie para detectarlo e identificar el dolor que puede provocar, aunque no sean conscientes de esa carencia”, subraya Jorge Escote.

Así que para las personas diabéticas la recomendación para el verano es “que vayan calzados la mayoría del tiempo y que sólo vayan descalzos en momentos puntuales y en lugares seguros para sus pies”. 

“Además, deben de explorarse o que les exploren la planta de los pies a diario y ,ante la sospecha de poder tener algo clavado o haber sufrido de alguna laceración en la planta del pie, acudir al podólogo de confianza a que les realice una correcta exploración, extracción, cura y control”, insiste el podólogo.