OFTALMOLOGÍA

Esta dieta puede evitar una enfermedad del ojo que afecta a 5 millones de personas

Actualmente, se estima que más de 5 millones de personas en España padecen "ojo seco".

Los especialistas prevén el aumento de la incidencia del ojo seco en los próximos años.

Esto es lo que debes comer si no quieres sufrir ojo seco.

Esto es lo que debes comer si no quieres sufrir ojo seco.

Uno de los principales motivos de consulta en oftalmología es la enfermedad del ojo seco. Se trata de una patología originada por múltiples causas y que provoca que el ojo no genere lágrima suficiente o que la que genera no sea de la calidad suficiente como para asegurar la correcta lubricación del ojo. 

Como consecuencia de esta patología el paciente sufre síntomas como:

  • Irritación
  • Escozor
  • Sensación de sequedad
  • Sensación de tener algo dentro del ojo
  • Lagrimeo
  • Incluso, problemas de visión

Actualmente, se estima que más de 5 millones de personas en España padecen esta enfermedad. De hecho, es un motivo frecuente de consulta en oftalmología y ha registrado un considerable aumento de su incidencia desde unos años a esta parte. Incidencia que según prevén los especialistas continuará aumentando en próximos años. 

Más de 5 millones de personas en España padecen ojo seco.

Más de 5 millones de personas en España padecen ojo seco. / FREEPIK

Los nutrientes podrían tener mucho que ver con el ojo seco

El profesor José Manuel Benítez del Castillo, presidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), señala que entre las causas del ojo seco se podrían señalar el actual estilo de vida, caracterizado por:

  • "El trabajo continuado ante pantallas
  • El efecto de la calefacción y el aire acondicionado
  • La polución
  • La influencia de ciertas medicaciones”.

Pero este especialista añade que “además, se ha identificado su relación con la nutrición, considerándose actualmente ésta como una variable muy a tener en cuenta, tanto en el plano preventivo como en el terapéutico”.

Y es que un aporte adecuado de nutrientes podría ayudar a mejorar y prevenir esta enfermedad, tanto por las propiedades intrínsecas de determinados nutrientes como por el efecto que pueden tener sobre la microbiota intestinal

Más omega-3 y menos omega-6

En los últimos años se han realizado numerosos estudios in vitro e in vivo que han demostrado el efecto beneficioso de ciertos componentes de la dieta sobre la salud del sistema ocular superficial.

Uno de los componentes estudiados ha sido el omega-6, un tipo de grasa poliinsaturada, presente en los aceites vegetales, las nueces y las semillas

Este nutriente tiene muchos beneficios, por ejemplo, su efecto cardioprotector.

Pero distintos estudios revelan que una dieta rica en omega 6 aumenta hasta 2,5 veces el riesgo de sufrir una enfermedad de ojo seco

Por el contrario, otro nutriente, los ácidos grasos omega-3, muy presente en el pescado azul, poseen propiedades antiinflamatorias, anticoagulantes y antihipertensivas. Además, regulan el metabolismo de los lípidos, la glucosa y las funciones del sistema nervioso central. 

Así que, como señala el profesor Benítez del Castillo:

  • “Los omega-6 son proinflamatorios y, por lo tanto, favorecen el ojo seco”.
  • "Por el contrario, numerosos ensayos clínicos confirman que los omega-3 son beneficiosos para la superficie ocular”.
  • Y concluye el profesor: “una persona que tome una buena cantidad de omega-3 va a tener menos posibilidad de desarrollar ojo seco”. 

Igualmente, las vitaminas (A, D y C), y determinadas sustancias como la cúrcuma, también tienen un efecto positivo en la salud ocular.

Los omega-6 son proinflamatorios y, por lo tanto, favorecen el ojo seco.

Los omega-6 son proinflamatorios y, por lo tanto, favorecen el ojo seco. / FREEPIK

Papel de la microbiota intestinal

Lo dicho hasta ahora no son las únicas evidencias sobre la influencia que la dieta tiene en el ojo seco.

Así, se ha demostrado una mayor incidencia de esta patología en las pacientes con anorexia o en carencias de vitamina A, por malabsorción o en casos de cirugía bariátrica. 

También hay una mayor prevalencia de ojo seco en personas obesas respecto a las más delgadas, o en los casos de intolerancias alimentarias (gluten, lactosa, fructosa...), que condicionan estados de inflamación intestinal y, por tanto, alteraciones autoinmunes con afectación ocular, como ojo seco, uveítis o escleritis. 

Esta relación entre la alimentación y el ojo seco se produce por dos vías tal y como explica la doctora Usune Etxeberria, investigadora responsable de nutrición y salud en BCC Innovation:

  • “Por un lado, hay un mecanismo subyacente, que es la inflamación de bajo grado crónica y sistémica, que puede surgir si nos alimentamos de una forma poco saludable, entre otros factores”

- “Por otro, la alimentación poco saludable tiene una gran influencia en nuestro ecosistema interno, la microbiota intestinal”. 

La evidencia científica ha demostrado que una alteración en esa microbiota intestinal tiene una importante repercusión en la salud, tanto a nivel intestinal como en todo nuestro organismo, también en los ojos

Por eso, para la investigadora del área de Salud de BCC Innovation, “es necesario favorecer una mayor diversidad de esa microbiota intestinal y tratar de mantenerla en equilibrio”.

Consumir omega-3 reduce el riesgo de desarrollar ojo seco.

Consumir omega-3 reduce el riesgo de desarrollar ojo seco. / FREEPIK

¿Qué debo comer para evitar el ojo seco?

Pues la experta en nutrición es contundente,:

  1. “se debe dar prioridad a los alimentos de origen vegetal”.
  2. “Si se opta por incluir alimentos de origen animal, éstos deben ser de calidad; por ejemplo, los huevos tienen una densidad nutricional muy buena, podemos consumir pescados (priorizando el pescado azul de pequeño tamaño) y determinadas carnes…”. 

Y es que, como recomendación práctica:

  • "El primer paso debe ser acercarnos al mercado y que nuestra cesta de la compra esté provista de alimentos que sean materia prima (que podemos encontrar en la naturaleza), alimentos frescos locales y de temporada”.

Básicamente, se aconseja huir de productos ultraprocesados, que tienen grandes cantidades de azúcares añadidos, harinas refinadas, aceites vegetales refinados, grasas trans, muchos aditivos.

Y, por el contrario, se propone basar nuestra alimentación en:

  • Cereales
  • Verdura
  • Frutas y hortalizas
  • Carne no ultraprocesada.